Daniel Tardito es uno de los cerebros detrás el encuentro del gobernador Jorge Capitanich y la delegación árabe saudí.
Sucede que este ingeniero en producción agropecuaria, que hasta hace poco tiempo se desempeñó como CEO de Unitec Agro (el brazo rural del Grupo Eurnekián), está a la búsqueda de inversiones internacionales que quieran venir a la Argentina.
De hecho, es el representante local de Aisco, una de las compañías del grupo Al-Khorayef, dedicada al riego mecanizado.
En diálogo con Infocampo, Tardito explicó sucintamente la problemática agroalimentaria en el país asiático, que ha llevado a que esta misión llegara a América del Sur.
"El punto es que sus reservas de agua son de carácter fósil, es decir no son renovables como las nuestras. Y con una visión a 50 o 100 años han comprendido que lo que consuman para la agricultura no podrá ser repuesto", comenzó.
"Por otra parte han visto, tras la crisis de los precios de 2008, que no se puede confiar plenamente en el abastecimiento de proveedores externos, con lo cual se están moviendo hacia un esquema de originación fronteras afuera", explicó.
"Como saben que cuentan con la tecnología y el dinero, han iniciado la exploración de acuerdos con países que disponen de recursos naturales, como Sudán o Egipto. Pero luego determinaron que también se podía explorar el continente americano, y acá vinieron.
"Lógicamente, si se tratara de comprar granos o carnes, les bastaría con operar mediante una trader. Por eso es que la visita significa mucho más que venir a comprar commodities", continuó.
El empresario local comentó que el reino dispone de un fondo de u$s8.000 millones para invertir en Sudamérica.
En lo concreto, manifestó que a partir de ahora comenzará a evaluarse la forma de vinculación con el gobierno de Chaco para direccionar la inversión, que podría poner en valor más de 220.000 hectáreas de tierras fiscales provinciales.
"Implica realmente un desafío", comentó Tardito.
En Brasil. Las noticias provenientes del socio mayor del Mercosur indican que la misión árabe mantuvo contactos con la industria del etanol y de la carne bovina.
Al mismo tiempo, en rondas con funcionarios del gobierno del presidente Lula indagaron por la posibilidad de invertir en la producción primaria.
El secretario de Agricultura, Gerardo Fontelles, se esforzó en destacar que su país ofrece seguridad jurídica para los inversores extranjeros, así como estabilidad y reglas claras de juego.
Uno de los puntos en los que las partes hicieron hincapié fue en evitar la doble imposición de dichas inversiones, siempre según la prensa del vecino país.
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