Los incendios y sequías en el Beni, afectan a 17 de los 19 municipios del departamento, asimismo reportes preliminares dan cuenta que al menos 7.500 familias de 460 comunidades fueron afectadas por los eventos, informó el director de Alerta Temprana y Riesgos de la Gobernación beniana, Luis Siles.
La pasada semana, mediante Decreto, el Gobierno declaró estado de emergencia nacional en el departamento del Beni, con el objetivo de atender inmediatamente la emergencia a raíz de las sequías que pasa este departamento.
En ese sentido, la Gobernación destinó un millón de bolivianos, para el traslado de agua y del personal médico, lo más urgente posible, según las primeras evaluaciones.
Las cifras se refieren a la falta de agua registrada de abril a la fecha, aclaró la autoridad.
Afectados
Dentro de este parámetro, los municipios afectados por la sequía y las quemas, son Trinidad, San Javier, Riberalta, Guayaramerín, Reyes, San Borja, Santa Rosa, Santa
Ana, Exaltación, San Ignacio, Loreto, San Andrés, San Joaquín, San Ramón, Magdalena, Baures y Huacaraje. “Los municipios que no hicieron llegar información son Rurrenabaque y Puerto Siles”, aclaró Siles.
Asimismo, la Gobernación estima que por comunidad hay entre 15 y 18 familias damnificadas por los incendios y la falta de agua, lo que significa que existe alrededor de 7.500 familias, pertenecientes a 460 comunidades de los 17 municipios afectados.
“Estamos trabajando sobre comunidades, porque aún no se ha hecho el EDAN
(Evaluación de Daños y Necesidades) correspondiente”, aclaró la autoridad.
Ganado
Con todo, el sector más afectado es el ganadero, según datos de la Federación de Ganaderos del Beni, se estima la muerte de al menos 38 mil cabezas de ganado bovino y 876 de equino.
“Estamos haciendo las evaluaciones con la Federación (de ganaderos), y evidentemente los datos que ellos dan son reales”, remarcó Siles.
Agua
En ese sentido, la mayor preocupación ahora es el agua para el consumo humano, pues en las comunidades afectadas, el déficit está entre el 80 y 90 por ciento de lo que habitualmente se tiene: “En estos lugares están consumiendo agua de donde se puede, y eso también es peligroso”, aseveró Siles.
En ese marco, el director de Alerta Temprana de la Gobernación de Beni, también indicó que la falta del líquido elemento se prolongará por lo menos hasta fines de noviembre, ya que incluso si lloviera en los próximos días estas precipitaciones no serán de mucha utilidad. “Lo que vaya a llover será agua ácida, porque esta agua va escurrir de los campos donde se han producido quemas, y va ir directamente a los arroyos y ríos, donde la gente no va poder ni siquiera agarrar el agua”, explicó Siles.
La “lluvia ácida” se presentará, asegura el funcionario, mientras persistan las quemas y el humo que producen. “Esto hay que manejarlo con pinzas, hay que hacer un trabajo por lo menos hasta diciembre”, enfatizó.
Recursos
Una vez emitida la declaratoria de emergencia, la Gobernación destinó cerca de un millón de bolivianos a la atención del desastre, además de coordinar con los ministerios de Defensa, Agua y Medioambiente, Desarrollo Rural y Salud.
Asimismo, se prevé destinar al menos Bs 50 mil por municipio, para el alquiler de cisternas de agua, la compra del combustible, de filtros de agua, medicamentos y el traslado de médicos a las comunidades afectadas.
Siles dijo que esperan que el Consejo Nacional de Atención de Desastres y Emergencias (Conarade), en lo inmediato también coopere con la perforación de 105 pozos, que es lo demandado por los municipios para solucionar la falta de agua. |
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