La Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) recorrió la institución educativa y compartió junto con los docentes y alumnos el proyecto institucional por el que se inculca a los niños que con pequeños actos cotidianos se puede preservar el medio ambiente.
Así, en la escuela ubicada a cuatro cuadras del afluente contaminado, las docentes de segundo, cuarto y sexto año idearon una jornada en la que los chicos armaron juguetes con residuos de tapitas de bebidas, hueveras y cajas para separar los distintos tipos de basura.
Al respecto, la maestra del segundo grado recalcó: “Unos días antes de las actividades, los alumnos empezaron a juntar material, trajeron todo tipo de envases plásticos, cartones, papel de diario, sachet de leche y hueveras. En cada grado los alumnos pensaron entre todos qué se podía hacer con cada cosa”.
“Después de esto, se concientizaron de otra manera sobre el cuidado del medio ambiente. Antes tiraban pepelitos en el piso, ahora si ven a un compañero tirar algo le dicen que no lo haga y que lo tire en el tacho. Es un proceso que va a seguir, porque hay que hablar de muchos temas relacionados con la contaminación, pero de a poco se van dando cuenta”, relató. |
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