–¿Se alivió la situación de sequía tras las últimas lluvias en el Sur?
–Vino bien porque llevábamos mucho tiempo con pocas precipitaciones y además, teniendo en cuenta la época de primavera, es bueno que haya algo de humedad no sólo en la zona cultivada, sino también en la zona de campo.

–¿Durante cuánto tiempo no llovió o llovió muy poco?
–Llevamos ya dos años de pocas precipitaciones. Las últimas lluvias de este año fueron por marzo y después un poco de precipitación nívea, pero muy poca en el invierno. La situación es difícil, es cíclica, hemos tenido diferentes sequías y ahora estamos en una de esas.

–¿Esto obligó a que algunos productores empezaran, sobre todo los productores ganaderos, a vender su ganado y a veces mal venderlo?
–Sí, se hizo un mal negocio en la zona. Primero la mortandad que hubo debido a las sequías y segundo que hubo que vender cuando el precio era muy bajo. Hoy se hace imposible poder recuperar a aquel que tuvo que vender la totalidad de su rodeo. Igualmente, estas lluvias vinieron a aliviar la situación, no es que se haya solucionado el tema. Los que perdieron sus pasturas necesitan un año de lluvias normales para empezar a recuperarlas y poder meter hacienda en los campos.

–¿Son muchos los que vendieron todo su ganado?
–La mayoría, salvo aquellos que pudieron trasladar la hacienda a fincas o a La Pampa, donde había pasto.

–Esta gente que vendió sus rodeos, ¿se va a dedicar a otra cosa o seguirá en el sector ganadero?
–Cuesta recuperarse, lo que se puede hacer es alquilar el campo y el que tiene hacienda puede intentar recuperarse, porque armar un rodeo lleva muchos años y de a poco lo puede hacer, salvo que cuente con capital de otra actividad. Pero la gran mayoría de los ganaderos de General Alvear, parte de San Rafael y Malargüe están muy complicados.

–¿El Estado ha asistido con algunas líneas de crédito, financiamiento o beneficio a los que han sido castigados con esta sequía?
–Ha habido ayuda, pero cuando es de gran magnitud, no alcanza. Sabemos que el Estado no puede asistir de forma total estas pérdidas, ha hecho lo posible. Pero al productor no le alcanza porque, a los valores que ha tomado la hacienda, poder reponer los vientres de un campo sale mucho dinero.