El cielo gris que amenazaba con agua, parecía abrirse a lo lejos en el mar que se eleva en Santa Catalina. Barrio tranquilo y obrero, de espacios verdes que ahora tienen para su orgullo una moderna escuela pública que es considerada uno de los centros de la zona.
Esta escuela fue una de las protagonistas de un hecho que ayer tuvo alcance mundial en 70 países y que unió a otros 100 centros.
Es que se realizó en el mundo una jornada sincronizada de lavado de manos que convocó a niños, niñas y adultos de todo el planeta. El huso horario determinó que a Uruguay le tocara las 14.00 horas. En nuestro país, la educación pública y privada a nivel escolar realizó diversas actividades. Pues lavarse las manos le pone un freno a la cadena de transmisión de enfermedades. Según Unicef, con la actividad organizada ayer se llama a las personas a tomar "conciencia", sobre la importancia del correcto lavado de manos para evitar enfermedades que matan a 3,5 millones de personas en el mundo y que afectan a los menores de 5 años de edad especialmente.
Los 203 alumnos y sus maestros en la escuela 375 de Santa Catalina asumieron el desafío de dar sus manos limpias, a la campaña mundial de lavado de manos. "No es una campaña para la indiferencia, para el 'me lavo las manos de mis responsabilidades'" dijo al pasar una de las maestras de la hermosa escuela recientemente inaugurada.
LA REPUBLICA visitó la escuela 375 de Santa Catalina donde los niños celebraron y enviaron un mensaje sobre la necesidad de lavarse las manos para prevenir enfermedades. Jonathan (10) dijo que "es necesario lavarse las manos antes de comer, después de ir al baño, bajarse del ómnibus, tocar dinero y demás".
Para Carlos Casaretto, director de la escuela, "esta actividad que se realiza simultáneamente en varias ciudades del mundo busca que tomemos conciencia de que lavándonos las manos podemos prevenir más enfermedades que las que se previenen con las vacunas´´.
Ayer estuvieron presentes además de los verdaderos protagonistas: los niños, autoridades de la Organización Panamericana de la Salud en apoyo a la jornada. Los escolares se estuvieron preparando toda la semana para este día, tal como indicó a LA REPUBLICA la secretaria de la Escuela 375, la maestra Cristina Silva. De hecho, el edificio, que cuenta con un amplio patio, lugares de juegos y un gran comedor con cocina, estaba decorado con manos hechas de cartón, gotas de agua de colores y el mensaje que lucía en uno de los ventanales de la cocina: "Hay que lavarse las manos".
La salud en la escuela
La secretaria Silva explicó que la escuela recién inaugurada "está trabajando con mucho esfuerzo en conjunto con la comunidad". "La policlínica barrial ubicada a la vuelta de la escuela trabaja mucho con nosotros ya que es una prioridad la salud, pero a su vez lo son el apoyo al barrio y el trabajo de toda la comunidad´´, agregó.
La escuela cuenta con un profesor de educación física, que a su vez contribuye a profundizar el trabajo a favor de la salud de los niños desde la educación. Silva dijo que además la escuela "tiene una política de trabajo por y para los niños, pero un trabajo conjunto, también con los padres".
A su vez, una de las ventajas explicadas ayer por el director del centro para fomentar los buenos hábitos de salud de los niños, y en particular el lavado de manos, es que son "una escuela de Tiempo Completo, lo que nos favorece en la educación ya que podemos trabajar en el lavado de manos antes de cada comunidad".
Los niños más pequeños recitaron un poema que destacaba la importancia de lavarse las manos. Por la mañana tuvieron una jornada de títeres y otras actividades.
En la tarde se esperaba con ansias el momento de pasarse agua y jabón como una forma de demostrar que no hay que lavarse las manos en el cuidado de la salud, sino que siempre hay que tenerlas limpias.
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