El 2 de noviembre estará listo el informe del comité científico uruguayo-argentino que analiza el impacto ambiental sobre el río Uruguay como consecuencia del funcionamiento de establecimientos industriales en sus riberas.
Los cancilleres de ambos países, el uruguayo Luis Almagro y el argentino Héctor Timerman, coincidieron hoy en Montevideo en señalar que es momento de "dejar actuar" a la ciencia en este tema que enfrió las relaciones bilaterales durante casi cinco años, hasta el acuerdo al que llegaron los presidentes José Mujica y Cristina Fernández de Kirchner, este año.
A partir de este primer informe científico "se comenzará a trabajar en el futuro del monitoreo" de ese cauce de agua que es uno de los límites naturales entre los dos países sudamericanos.
Almagro se negó a responder a informaciones periodísticas y especulaciones que suelen hacer medios de los dos países en torno a este tema, mientras que Timerman se expresó en similares términos.
El asunto "está en manos del comité científico" al que hay que dejar trabajar. Hay que respetar el silencio y no contribuir con puntos de vista políticos para no interferir con lo que ya hablaron los presidentes", remarcó Timerman.
Esta semana trascendió que Uruguay había ordenado a la empresa finlandesa de celulosa UPM (ex Botnia) que suspendiera su producción, aunque lo que ocurrió es que pidió que adelantara el período de mantenimiento de sus máquinas al haber llegado al límite de producción autorizado para este período.
La empresa tenía programado paralizar sus actividades a fines de este mes, pero alterará en unos días su cronograma dentro de la planificación y los términos del acuerdo que tiene con el gobierno de Uruguay.
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