El Legislativo otorgó al gobierno los poderes para aprobar medidas excepcionales para la lucha contra la catástrofe en los distritos de Veszprem, Györ y Vas.
Las autoridades habían declarado el estado de excepción el 4 de octubre tras el derrame de unos 750.000 metros cúbicos de lodo tóxico de una balsa de bauxita en una localidad cercana a Ajka.
Debido al vertido, nueve personas murieron y otras 150 resultaron heridas en las localidades de Kolontar y Devecser, situadas cerca a la fábrica de bauxita. El lodo tóxico contaminó un área de 40 kilómetros cuadrados.
La semana pasada el gobierno húngaro puso a la empresa responsable del vertido, la fábrica de aluminio MAL, bajo control estatal. La compañía, dirigida en este momento por el jefe de la Defensa Civil húngara, el general György Bakondi, ofreció en tanto pagar indemnizaciones a los afectados.
El abogado de MAL, György Ruttner, especificó, sin embargo, frente al canal de televisión ATV, que la empresa podrá empezar a hacer los pagos sólo cuando el gobierno levante el embargo de sus cuentas bancarias, informó la agencia dpa.
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