Las aguas termales de Poopó tienen la fama de favorecer el tratamiento de rehabilitación de aquellas personas que sufren de reumatismo, pues el municipio invirtió recursos para la construcción de un moderno complejo hotelero, de tal forma que las personas puedan permanecer varios días en tratamiento.
Aún existe un gran número de personas que dudan de las aguas termales de Poopó y no creen que sean benéficas para restaurar la salud de las personas, sin embargo, la población que ya probó el método, asegura que su contenido salino y los minerales que contiene, representa un buen reconstituyente para quienes adolecen de problemas de articulaciones.
La población de Poopó se encuentra a 80 kilómetros al sudeste de la ciudad de Oruro, se trata de una histórica población que tuvo vida colonial y republicana. Se cuenta que su nombre se debe al vocablo quechua “Pupu”, que quiere decir ombligo, pues tiene relación con su posición geográfica entre Potosí y el Alto Perú, o sea las regiones de Oruro y La Paz.
Se trata de una pintoresca población que tiene tradición de vocación minera, porque después de los españoles, en la era republicana del país y a fines del pasado siglo era la Corporación Minera de Bolivia la que explotaba los yacimientos de complejos de plata, zinc y estaño. Actualmente existe una cooperativa minera y la empresa minera Sinchi Wayra las que realizan operaciones mineras.
El nombre de Poopó destaca en nuestro país, porque allí se encuentra un interesante archivo judicial, en el que se conservan resoluciones de Don Pantaleón Dalence Jiménez, el reconocido jurisconsulto boliviano. También se dice que fue la cuna del presidente Manuel Isidoro Belzu, conocido por el pueblo como “El Tata Belzu”.
Al margen de la vocación turística de esta población, al ser la capital de la provincia del mismo nombre, es también capital municipal.
Por ello, el Gobierno Municipal inició gestiones para conseguir el financiamiento para un proyecto de un complejo hotelero, que pueda motivar la visita de turistas, especialmente a aquellos ávidos de buscar un paliativo a su deteriorada salud por efecto del reumatismo y la artrosis.
Las termas de Poopó constituyen la base del nuevo servicio hotelero que se ofrece ahora, la infraestructura fue concluida con mucho sacrificio gracias a los gastos del erario municipal.
La Gobernación municipal puso en ejercicio un proyecto de escuela de natación, que permite a los niños y jóvenes la enseñanza de los diferentes estilos competitivos de nado.
En ese marco, se tiene la esperanza de lograr resultados en el deporte acuático, tras formar futuros campeones de natación, pues los niños y jóvenes dedican gran parte de su tiempo libre a recibir enseñanza en este deporte.
En adelante, las personas podrán llegar a Poopó un fin de semana para hospedarse en el complejo, gozar de las fosas termales y la piscina, logrando una estadía placentera, además de ser muy útil para la salud.
Para salir de Oruro con destino a la población de Poopó, los visitantes pueden acercarse a las calles Tarapacá entre Ayacucho y la avenida del Ejército, desde donde podrán tomar un bus para su traslado. El viaje dura aproximadamente una hora, pues se debe pasar por las poblaciones de Vinto, la tranca de control de peaje de Vichuloma y a media hora de recorrido se atraviesa por la población de Machacamarca, para después llegar a Poopó.
Más atractivos turísticos
Al lado este de la carretera, ingresando a Poopó, se pueden advertir dos torres que se constituyen en el ícono de esta población porque son resabios de lo que fue la industria minera en tiempos de la colonia.
En la estadía, los visitantes, al margen de disfrutar de las aguas termales, pueden divisar los chullpares de Vilaque, donde se encuentran pinturas rupestres, los ojos de las aguas termales en la Cabrería, también el lugar donde los afamados músicos de bandas serenan sus instrumentos de viento para lograr las notas adecuadas en la ejecución de la música.
Como oferta turística, el municipio de Poopó ofrece la visita a las minas e ingenios abandonados, que constituyen la memoria histórica de un pasado minero que sustenta su imagen en esta antigua población del Alto Perú.
La Villa Poopó fue fundada por el capitán español, Jorge de Alarcón en el año 1458, la espiritualidad de la época colonial estuvo a cargo de la comunidad de los Agustinos, pues en esta región los españoles basaban sus actividades regulares en la mita y la encomienda. |
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