La falta de agua en el canal principal de riego del sistema Arroyito-Confluencia, a raíz de las medidas de fuerza dispuestas por el personal del ministerio de Desarrollo Territorial, no sólo mantiene sin agua a las chacras desde hace medio mes, sino que ayer un grupo de productores advirtieron que "estamos en riesgo con la carpocapsa porque estamos en fecha de eclosión y no podemos curar porque no tenemos agua".
Los inconvenientes que genera el corte del sistema de riego instrumentado por los tomeros en la bocatoma del río Limay llevaron a un grupo de productores a apresurar la presentación de una medida judicial en contra del gobierno provincial que tendría lugar esta mañana. Además ayer los productores se reunieron con el Defensor del Pueblo de Neuquén, Juan José Dutto, quien adelantó que "vamos a enviarle una nota urgente a la gobernación para que solucionen el conflicto salarial que tienen porque no sólo son los responsables de garantizarle agua a los chacareros sino que es posible que las pérdidas en la producción superen en monto al aumento que piden los trabajadores".
Mientras ayer el presidente de la Cámara de Productores de Fruta Fina de la Patagonia, Abel Rodríguez advirtió que "al estar el canal principal completamente vacío desde el momento en que se llegue a un acuerdo y se abra la bocatoma va a demorar una semana en que el canal se complete y se pueda regar por ejemplo en Plottier".
Desde esa localidad, el producto de peras y manzanas Facundo Barragán, advirtió que "de acuerdo a los carpogrados tendríamos que haber curado el sábado y no pudimos hacerlo porque no tenemos agua para preparar las máquinas". El chacarero indicó que "estamos en un punto muy delicado porque en esta semana va a estar haciendo eclosión la carpocapsa y por eso en mi caso estoy tratando de hacer perforaciones en la chacra para poder tener agua para curar".
Mientras Barragán detalló que "aunque lleguemos a curar seguramente la falta de agua va a hacer que la fruta desde esta temporada sea más chica por lo que seguramente va a terminar yendo a la industria", desde la Cámara de Frutas Finas, Rodríguez destacó que "los invernaderos de frutillas son los más afectados porque ya están sacando cuentas de que no van a poder cumplir con los compromisos que tienen de exportación en cantidad y en tiempo y ese es un daño para la imagen en general de los productores neuquinos y patagónicos".
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