Rogelio Gutiérrez tiene 27 años de vivir en las márgenes del río Martín Sánchez, en La Chorrera, y aunque en más de una ocasión ha perdido sus pertenencias a causa de las inundaciones, asegura que dragar cada año el cauce del río es la mejor solución.
Él, al igual que otras 14 familias, construyó su casa dentro de los límites de 10 metros en donde se prohíbe cualquier tipo de edificación, según normas municipales y de la Autoridad Nacional del Ambiente.
Pero José Marroni, director regional del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) en Panamá oeste, no cree que el dragado del río evite el riesgo que enfrentan estas familias.
En su opinión, hay que considerar eventos como una cabeza de agua y deslizamientos de tierra, además de la existencia de alimañas e incluso lagartos.
Lo recomendable, aseguró, es reubicar a esas familias que ya han expresado estar dispuestas a salir del lugar, pero no a ser enviadas a sitios distantes en donde carezcan de los servicios básicos.
Según el director regional del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot) en Panama oeste, Gabriel César, un censo preliminar indicó que 15 familias deben ser reubicadas a corto plazo.
Igualmente, de forma inmediata, deben ser demolidas seis viviendas a solicitud del Ministerio de Obras Públicas para facilitar el dragado y ensanche del río Martín Sánchez.
César precisó que el Miviot podría colaborar con los materiales de construcción para las viviendas, aunque no dispone de terrenos para ello, por lo que esta sería una responsabilidad del Municipio de La Chorrera.
No obstante, Kathia Ramos, de la Alcaldía de La Chorrera, dijo que con anterioridad las familias han sido advertidas sobre el riesgo que corren viviendo dentro de zonas inundables.
Ramos negó que el departamento de Ingeniería de la Alcaldía haya otorgado permiso alguno a las familias para que construyeran sus casas en esas áreas.
|
|
|