El ministro de Obras Públicas de Paraguay, Efraín Alegre, aseguró que están dadas las condiciones para que «la Argentina cierre el canal abierto en forma inconsulta en el río Pilcomayo». «Esperamos que hagan su parte inmediatamente; una guerra de agua y canales a nadie beneficia», advirtió.
El funcionario de Fernando Lugo hizo referencia de esta manera a la polémica bilateral en torno a un canal paralelo abierto por el Gobierno del formoseño Gildo Insfrán en ese río que, según entienden en el Ejecutivo paraguayo, no tuvo como objetivo tareas de limpieza sino el desvío de agua al lado argentino.
Se quejan, en ese sentido, que el canal fue abierto en un punto que se encuentra arriba de la bifurcación que distribuye el líquido entre Paraguay y la provincia de Formosa.
En septiembre pasado, el canciller paraguayo, Héctor Lacognata, responsabilizó al Gobierno de Formosa por la construcción de ese canal paralelo, sin previa consulta a su país, por lo cual las obras en esa zona fueron paralizadas.
En las últimas horas, Lacognata envió una nota a su par argentino, Héctor Timerman, para que el Gobierno de Cristina de Kirchner interponga los mecanismos de cierre de ese canal adicional.
«Ahora esperamos que la Argentina haga lo que corresponde», insistió Alegre, además de remarcar que ya fueron desplegados trabajos de limpieza del canal Paraguay y del canal Farías (del lado argentino) y que, por ello, «ya no hay necesidad de mantenerlo abierto».
Si bien el ministro admitió que en la actualidad Paraguay no registra dificultades en el ingreso de agua, remarcó que el problema podría estallar en temporada de aguas altas. «Hoy no es un problema para Paraguay; es un problema para (dentro de) 30 días», resaltó, con la mente puesta en los establecimientos ganaderos ubicados en esa zona.
Según Alegre, «ese canal fue abierto en forma inconsulta con excusas que no son válidas». «Tiene que cerrarse, porque de lo contrario nuestro territorio sería afectado enormemente, ya que podríamos quedarnos con un canal seco», remarcó.
Por el relleno natural con sedimentos, el curso del Pilcomayo retrocedió en los últimos años en su recorrido en la frontera. Por eso se realizaron obras entre ambos países, con un punto de divisoria de aguas que lleva el vital líquido hacia ambos lados de la frontera. En Formosa sostienen que, debido al alto nivel de sedimentos, luego de cada creciente el punto divisorio queda rellenado, por lo que en cuanto hay poco caudal el agua escurre hacia el país que más limpio tenga su canal derivador.
|
|
|