Las personas consumen productos farmacéuticos que contienen sustancias sintéticas. Los científicos sostienen que estas sustancias dañan el sistema reproductivo del ser humano, pueden ser cancerígenos y una vez que penetran en el agua, rápidamente se pueden diseminar por todo el planeta.
Están presentes en los pesticidas, solventes e incluso en los medicamentos y son una amenaza, tanto para seres humanos como para animales. Se trata de los llamados xenobióticos, químicos, en su mayoría sintéticos, que pueden interferir con el sistema endocrino e incluso ser cancerígenos. Cuando estos químicos entran en el agua pueden causar un gran daño especialmente en el sistema reproductivo de las personas, de acuerdo al hidrólogo sueco Malin Falkenmark.
"Estas sustancias son un serio problema para nosotros y para las futuras generaciones, pues impactan en la fertilidad humana. Para eliminar esta amenaza, debemos encontrar la fuente de contaminación, pues una vez que son liberadas en el agua, se diseminan por todo el mundo ya que el agua está en todas partes", explicó.
Infertilidad y cáncer
Quizás el ejemplo mejor conocido de los xenobióticos proviene de los anticonceptivos orales. Cuando las mujeres toman pastillas anticonceptivas, el estrógeno y progesterona sintéticos pasan por sus cuerpos y salen como desecho al agua. Patricia Holm, bióloga de la Universidad de Basilea, en Suiza, responsabiliza a la presencia de xenobióticos en el agua por la infertilidad de muchas parejas.
"El conteo de espermatozoides en muchos países ha caído significativamente en los últimos 50 años, en algunos casos hasta la mitad. Entre las mujeres, sabemos que las tasas de incidencia de cáncer de seno están en aumento", indicó.
Una vez que los seres humanos desechamos los químicos en el agua, pueden llegar a la naturaleza y de regreso a los humanos. Estudios científicos han encontrado estas sustancias en peces, águilas de cola blanca e incluso osos polares. De acuerdo con Holm, la experimentación con animales ha demostrado que altos niveles de estrógeno elevan la incidencia de tumores en ratas, así como aumentan el riesgo de cáncer de seno en las mujeres.
Recientemente se descubrió que los microbios presentes en las plantas de tratamiento de aguas negras, que se pensaba ayudaban descomponer los desechos humanos, de hecho pueden recomponer muchos de los productos fisiológicos de desecho. La mezcla de sustancias sintéticas en ríos y océanos parece fortalecer ese efecto. Holm llamó la atención al hecho de que el tema de los xenobióticos debería ser sujeto de una discusión pública, más allá de los círculos de biólogos o químicos. Para la investigadora, políticos, abogados y consumidores deberían preguntar cuáles medicamentos son en verdad necesarios, útiles o simplemente convenientes.
Los científicos están en capacidad de seguir la pista hasta el origen de los contaminantes más peligrosos, pero todos los expertos coinciden en que es mejor que no sean liberados desde el principio. Señalan que una vez que una sustancia llega al agua, tarde o temprano regresará a nosotros, sea en el agua potable o a través de la cadena alimenticia.
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