Cumpliendo con los plazos establecidos, HidroAysén tiene todo dispuesto para entregar el próximo viernes las respuestas a las observaciones efectuadas por los servicios públicos al estudio de impacto ambiental (EIA) del complejo hidroeléctrico que Endesa y Colbún planean construir en la XI Región.
Trascendió que la empresa desestimó casi la mitad de las 1.114 consultas efectuadas por las entidades que participan en la evaluación ambiental y que la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), en su rol de coordinador del sistema, remitió a la firma en enero de este año.
Fuentes de la sociedad explicaron que si bien la empresa contestará todas las consultas, en unas 500 de ellas la respuesta será que la pregunta no se ajusta a los criterios técnicos del sistema de evaluación ambiental.
Un conocedor del proceso que llevaron adelante los técnicos de HidroAysén y las consultoras que los asesoran en este tema comentó que se usaron dos criterios para descartar los cuestionamientos: el primero fue que las preguntas no estaban ajustadas a consideraciones técnicas relativas al proceso de evaluación ambiental.
El segundo, en tanto, guarda relación con que algunas observaciones fueron planteadas excediendo el ámbito de acción del servicio público que las efectuó.
A principios de esta semana comenzó la impresión del material que será entregado a la Conama y que ésta pondrá a disposición de los organismos que participan en la evaluación de impacto.
Además, trascendió que hace unos días los sistemas informáticos del Sistema de Evaluación Ambiental comenzaron a recibir la información georreferenciada que HidroAysén elaboró y que -comentaron al interior de la empresa- por su nivel de detalle requiere un tiempo mayor para ser transmitida desde los servidores de la compañía.
Proceso en curso
Cuando HidroAysén entregue sus respuestas, en un informe denominado Adenda, dará por finalizado el segundo proceso de consultas por parte de los servicios públicos.
Esta dinámica es habitual en la evaluación de proyectos. De hecho, se ha establecido que cada inversión que es sometida a este proceso recibe en promedio tres grupos de preguntas, las que buscan aclarar o precisar algún tópico del estudio de impacto ambiental de un determinado proyecto.
Cuando los servicios reciben las respuestas de las empresas pueden estimar que sus dudas no están resueltas y efectuar nuevas consultas o bien pronunciarse respecto del proyecto en su totalidad, con lo cual la Conama elabora el denominado Informe Consolidado de Evaluación (ICE). A partir de este documento se realiza la votación de la Comisión Regional de Medio Ambiente, instancia que preside el intendente y donde participan los servicios públicos que intervinieron en la evaluación.
Extender plazos
En el caso de la segunda Adenda de HidroAysén, el vicepresidente ejecutivo de esta sociedad, Daniel Fernández, explicó en su momento que más que efectuar cambios al proyecto original, en esta etapa las respuestas buscan profundizar algunos puntos específicos del EIA, que abarcan distintos aspectos del complejo de cinco centrales hidroeléctricas que se proyectan en los ríos Baker y Pascua y que tendrán 2.750 MW de capacidad a un costo de US$ 3.200 millones.
La línea de transmisión que traerá la energía hasta la capital será tramitada en forma paralela y se proyecta que el EIA ingresará al sistema durante la segunda mitad de 2011.
Especialistas en estos procesos ambientales ven que la decisión de desestimar las 500 preguntas de HidroAysén podría generar nuevas interrogantes, lo que implicaría una nueva extensión del proceso que, en agosto pasado, cumplió dos años desde su inicio y que, según estimaciones de Endesa y Colbún, podría terminar en marzo de 2011.
Tramitación
El 31 de diciembre de 2010 se cumplen los 180 días de plazo legal para la evaluación.
1.114 consultas recibió en enero el estudio de impacto ambiental de las centrales de Aysén.
Las etapas que ha sorteado el proyecto en 26 meses de trámite
El 14 de agosto de 2008 y en medio de protestas de opositores, HidroAysén llevó hasta la Conama de Aysén un camión que contenía las más de 10 mil páginas del EIA del proyecto hidroeléctrico.
El día 28 de ese mismo mes se inició formalmente el período de participación ciudadana en el cual se recibieron más de 10 mil observaciones, de las cuales la autoridad recogió casi tres mil que incluyó en el proceso.
Y no fue hasta el 13 de noviembre de ese mismo año que la Conama consolidó y remitió a la empresa el primer set de preguntas.
Para contestar, la sociedad de Endesa y Colbún pidió un primer plazo de nueve meses, el cual amplió luego en tres, hasta octubre de 2009. La razón de esta prórroga fue evitar coincidir con el proyecto de Energía Austral, que había ingresado recién a evaluación, evitando colapsar el sistema.
Tras la revisión de esa primera adenda, en enero de este año la Conama envió el segundo grupo de observaciones, las que inicialmente serían respondidas a fines de junio. Pero tras la llegada de Daniel Fernández a la empresa, se pidió el plazo adicional hasta el 29 de octubre próximo.
El detalle de las obras de servicios que quedarán para la región
La infraestructura que Endesa y Colbún deben habilitar para facilitar la construcción de las centrales demandará inversiones por US$ 430 millones. Se trata de instalaciones que quedarán en la región una vez que finalice la construcción del complejo.
Obras portuarias
El Puerto Yungay será el centro logístico durante la construcción de las centrales en los ríos Baker y Pascua, pues allí se recibirán todos los insumos, materiales, maquinarias y equipos.
El plan considera construir un terminal marítimo multipropósito de 6 mil metros cuadrados de superficie; un muelle de atraque de 150 metros, que puede recibir buques y cruceros turísticos, y una nueva rampa de atraque, desde donde partirá el transbordador que se usará para cruzar los materiales a la zona de Pascua, ya que a Baker el traslado será por tierra. Estas instalaciones, que incluyen zonas para diversos almacenamientos, reemplazarán el actual embarcadero ubicado en el área.
En Puerto Río Bravo se construirá una nueva rampa para recibir los embarques destinados a las centrales del río Pascua.
Caminos
Se considera mejorar aproximadamente 187 km de la Carretera Austral, entre la confluencia de los ríos Baker y Nef, hasta la angostura de San Vicente en el río Pascua. Esto, para permitir el tránsito expedito de los vehículos del proyecto (transporte y carga) y evitar la circulación por otras zonas donde el flujo estacional (verano) es mayor. Está contemplado ampliar las calzadas de circulación, mejorar los radios de curvatura y pendiente, así como el tratamiento para evitar que las aguas lluvias corten el camino. En estos tramos se habilitarán estaciones de paso al costado de la ruta, las que tienen fines logísticos, de abastecimiento y servicios durante los traslados de insumos y maquinarias.
Además, se construirán nuevos caminos para llegar hasta la zona de las centrales de Baker y Pascua, lo que supone 61 km.
Aeródromos y relleno sanitario
Los aeródromos de Caleta Tortel, Villa O'Higgins y Cochrane serán mejorados, aunque se estima su uso en caso de contingencia.
El relleno sanitario estará a 4 km de Cochrane y recibirá los desechos domiciliarios de los campamentos. Tras la construcción de las centrales será entregado al uso comunal pues cuenta con holgura para seguir operando.
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