Cuando ambiciosos proyectos se conjugan para que el norte de Mar del Plata deje de ser un sector siempre postergado para convertirse en el más prometedor de la ciudad, intrincados trámites administrativos y judiciales parecen amenazar este desarrollo soñado por gobierno, inversores y vecinos en general.
Dicho trámite es el de expropiación de las tierras en las que se quiere -y se debe- instalar la nueva planta de tratamientos de líquidos cloacales, en reemplazo de la actual, que desde hace tiempo es insuficiente para dar una respuesta de sanidad ambiental a una ciudad cuya población sigue creciendo y que necesita tener el mar limpio. Si éste es un requisito ineludible para toda ciudad costera, lo es más aun para una gran ciudad turística como Mar del Plata.
La solución definitiva -según una idea simple instalada entre los marplatenses- es el emisario submarino, que como es de público conocimiento, se está construyendo aceleradamente. Los caños conectados pueden verse desde hace meses en la Base Naval.
En verdad la solución definitiva será un conjunto, una suma de dos cosas: la nueva planta, a ser ubicada 500 metros hacia adentro, alejándose del mar, más el emisario que por uno de los extremos entrará en el océano por 3.810 metros, y por el otro quedará conectado a esa nueva planta, con una cañería que irá subterráneamente desde la playa, pasando por debajo de la ruta 11.
Y entonces, sí, la rémora que frenó por décadas el desarrollo del norte marplatense quedará removida: al tiempo que los efluentes sean tratados y lo que se arroje al mar no sea contaminante, y al tiempo también de que desaparezcan los olores nauseabundos, podría suceder -y con esto se ilusionan los funcionarios del gobierno municipal- que cerca y a ambos lados del sitio de la actual planta perimida haya, en un futuro no lejano, más playas para disfrutar y hasta balnearios concesionados.
La obra en sí marcha bien. El titular de OSSE, el ingeniero Mario Dell'Olio, consultado por LA CAPITAL, informó que el mes próximo la empresa estará completando la documentación ante el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) para garantizar un crédito de hasta 80 millones de pesos con destino a los planes de agua y saneamiento en Mar del Plata, incluidos el emisario y la nueva planta, que ya está preotorgado y que forma parte de un préstamo total de 200 millones que el BID otorgó a la Argentina.
La obra marcha, pero... El "pero" tiene que ver con el trámite de expropiación del predio de 187 hectáreas que de acuerdo con la ley de expropiación se encontraba a nombre de Jaime Salmún Sociedad Anónima Inmobiliaria, Comercial, Industrial y Agropecuaria.
En los fundamentos de dicha ley se hicieron algunas precisiones que conviene repasar ahora:
* El 7 de julio de 2006 la ciudad asumió el compromiso con el Gobierno nacional de tratar los efluentes antes de volcarlos al emisario. De no hacerlo dichos efluentes provocarían la obstrucción del conducto.
* La planta tiene su estructura seriamente deteriorada y es totalmente insuficiente para los efluentes que se enviarán al emisario.
* En la actualidad ya se está conectando la cuarta cloaca máxima y Santa Clara ha planteado formalmente incorporarse a este tratamiento.
* Por la amplitud de las tierras que se están expropiando será posible una gran forestación del lugar como también la instalación de un parque eólico para la generación de energía único en la provincia de Buenos Aires.
La ley, con una redacción que dio para distintas interpretaciones, se aprobó en la legislatura bonaerense y fue así que comenzó a correr el tiempo para el "trámite post-legislativo", como es llamado por los asesores legales, que incluye una presentación en el Registro de la Propiedad Inmueble y un decreto del gobernador de la provincial instruyendo al fiscal de Estado.
Por una de esas posibles interpretaciones, la Municipalidad evaluó la alternativa de promover por sí un juicio de expropiación. Hubo en ese momento un debate entre los asesores de los organismos locales comprendidos en el tema -Obras Sanitarias y la Procuración municipal- sobre si esa, la de un juicio de expropiación actuado por el mismo Estado municipal, era o no la mejor vía a seguir. La discusión se zanjó con la decisión política de ir adelante con el juicio, hoy convertido en una causa del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1 del Departamento Judicial Mar del Plata.
Pero el magistrado, debido a esas circunstancias señaladas (la deficiente redacción de la ley y la demora en el llamado trámite post legislativo), pidió aclaraciones sobre si el municipio podría promover la demanda.
Fue así como que el pedido del juez abrió en los ambientes comunales un abanico de interrogantes, varios de los cuales todavía siguen abiertos: ¿Puede el municipio seguir con el juicio? ¿Debe hacerlo el fiscal de Estado de la provincia? ¿Cómo? ¿Iniciando otro juicio de expropiación, con las consiguientes nuevas demoras, mientras el emisario sigue esperando prácticamente terminado, y mientras espera también la necesidad política de concretar una de las grandes obras de la administración Pulti antes de las elecciones de 2011? ¿O es posible que la Fiscalía provincial reemplace a la Municipalidad en el expediente ya iniciado?
¿Quién es el dueño?
Pero... (y aparece un pero más), hay más complicaciones. El ingeniero Dell'Olio se refiere a ellas: "Tampoco está definido quién es el propietario de las tierras, y por esto existe también un trámite judicial. Aquí la Municipalidad está pidiendo al juez que le dé la posesión y que luego la Justicia determine quién es el dueño. Se sabía de un dueño original, con quien no se pudo llegar a un acuerdo cuando la comuna, ya con acuerdo del Concejo Deliberante, le ofreció el pago financiado por las tierras, pero cuando se propició la ley de expropiación apareció otra persona diciendo que en verdad era ella la propietaria. Ahora, los dos litigan entre sí en los tribunales y por esto hasta tuve que ir yo a declarar".
Funcionarios municipales, incluidos los de Obras Sanitarias, el fiscal de Estado de la provincia y hasta el intendente Gustavo Pulti, han mantenido varias reuniones en las últimas semanas para analizar qué camino seguir, a fin de superar los referidos escollos en los trámites administrativos y judiciales, y asegurar el plazo establecido para la obra de la nueva planta y el emisario, que llega a mitad del año próximo.
|
|
|