Como un lector que empieza los libros leyéndolos por el final, las empresas están anticipándose a lo que, se considera, está escrito. Y es que, tarde o temprano, el Gobierno deberá ir recortando los subsidios que hoy sirven para mantener estancadas las tarifas de servicios públicos, por lo que para reducir los consumos de energía y agua, y, de paso, ajustarse a una tendencia internacional de mejorar la relación de las empresas con el medio ambiente, muchas compañías están trasladándose a edificios "verdes" o intentando mejorar todo lo posible los ya existentes.
"Estamos viendo más certificaciones de solicitudes de edificios verdes; una preferencia para edificios verdes a la hora de pensar en mudanzas y, al mismo tiempo, propietarios que mandan a estudiar sus costos para ver cómo eficientizarlos", confía Domingo Speranza, socio de Binswanger Giménez Zapiola.
American Express, con su edificio de Plaza San Martín, y HSBC, con el la ex Cruz de Malta en Parque Lezama, son sólo algunos de los ejemplos de compañías que reconvirtieron construcciones existentes para transformarlas en verdes. Mientras que el edificio al que el Standard Bank acaba de mudarse, el Madero Office, es el primero en la Argentina en ser precertificado bajo la norma LEED, que es un estándar internacional desarrollado por el US Green Building Council. Lo que diferencia a estos emprendimientos de las construcciones tradicionales es que tienen sistemas para poder reducir los gastos en calefacción en invierno o aire acondicionado en verano, ascensores inteligentes y hasta paneles solares en los techos. "La cuestión de los ascensores no es menor: se gana en velocidad, en consumo energético y en la frecuencia de uso", dice Speranza, para quien de la misma manera, la utilización de paneles solares en los techos es una inversión poco relevante, pero muy eficiente para abaratar energía.
"No hay duda de que en la Argentina hacer eficientes los consumos de energía a medida que las empresas empiecen a pagar tarifas reales va a ser un tema a considerar", coincide Eduardo Sposito, director regional de Bovis Lend Lease. "Está pasando en todo el mundo, e incluso hay ciudades que exigen que no se superen determinados consumos en cada edificio en particular."
Sin ir más lejos, en Nueva York, el tradicional Empire State Building está renovando toda su carpintería y vidrios, con una tecnología que permite que no se oigan los ruidos externos y, al mismo tiempo, haya mayor aislamiento del frío o del calor, según la estación.
También compañías multinacionales que operan en el mercado argentino están volcándose a edificios verdes para cumplir con los requisitos de responsabilidad social empresarial de sus casas matrices. Esto se da, sobre todo, en empresas que cotizan en Wall Street, donde las certificaciones verdes suman en la calificación de riesgo de una empresa.
"Tanto en EE.UU. como en Europa las corporaciones que cotizan tienen muchas regulaciones en cuanto a cómo conducir sus negocios. Las políticas de responsabilidad social empresarial contemplan no sólo cómo se hacen negocios, sino que también tienen en cuenta el entorno, cómo aportan al tema ambiental. Y la edificación sustentable apunta a esto", dice Guillermo Simón Padrós, director ejecutivo de la Argentina Green Building Council. "Muchas empresas deben tomar medidas tendientes a mitigar el cambio climático, como, por ejemplo, instalarse en edificios verdes, ya que omitir estas acciones puede impactar negativamente en sus balances", agrega.
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