Los vecinos de Vaqueros temen que suceda lo peor. Y muestran la desembocadura del arroyo Urquiza cuyo cauce fue modificado por el hombre hace varias décadas.
Don Antonio Giménez tiene 77 años y vive en Vaqueros desde hace más de 50 años, cuando el pueblo se componía de algunas escasas viviendas. El recuerda claramente por donde corría antes el arroyo Urquiza, los años cuando fue cambiado de cauce y los grandes desbordes e inundaciones que sufrió, quedando aislado dentro de su casa.
“El Urquiza iba por parte de la lo que ahora es la calle Los Gauchos. En la época de la última dictadura militar, el pueblo fue dirigido por el sargento Camacho; él fue quien hizo construir el puente y desde esa época el arroyo tiene nuevo cauce”, rememoró.
Este cauce modificado por el hombre es el que tantos problemas provoca a los vecinos con inmuebles en riberas o aledaños.
Sin defensas naturales
El terreno de Braulio Justiniano limita con una costanera del arroyo Vaqueros y la desembocadura del arroyo Urquiza. El fue quien denunció que “las rocas, las piedras más grandes que había en el arroyo fueron sacadas por la Municipalidad (de Vaqueros), y dejaron solo la tierra. Cuando llegue la creciente, todas las orillas se van a derrumbar y va a haber inundaciones”.
El hombre, quien es jubilado docente y desde hace diez años vive en el lugar junto a su esposa, también docente jubilada, recordó que el año pasado el Urquiza, colmatado, desbordó e invadió el fondo de su inmueble. “Si hubiera querido hacer un huertita, ahora, con las piedras que hay, no se puede. Se arruinó la tierra”, describió, mostrando la erosión causada.
Las crecientes del año pasado motivaron, tras los reclamos vecinales, que la Municipalidad hiciese un convenio con la empresa de áridos INCOVI para limpiar y mantener el arroyo, al menos en los más de 600 metros de su desembocadura que coincide con el tramo en el que corre de norte a sur y atraviesa zona poblada. “Usted ve, sólo limpiaron desde un poco más adelante del puente (de calle Los Gauchos) hasta el (río ) Vaqueros. El resto sigue igual. Cuando llegue la primer creciente, el agua va a saltar arriba del puente”, señaló Justiniano
Efectivamente, el espacio entre el cauce colmatado de piedras y la estructura inferior del puente es de alrededor de un metro setenta centímetros.
Además, en el tramo descripto, el cauce se encuentra tan levantado que los terrenos de las propiedades asentados sobre la orilla este se encuentran más bajos, y una defensa tiene apenas 50 centímetros de altura con respecto a la calle.
De acuerdo con los vecinos, entre ellos el antiguo morador Antonio Giménez, “el agua se va a ir por la calle Los Gauchos, que era el viejo cauce, y la inundación va a ser muy grande, va a entrar a las casas”.
Agregaron ante la inminencia de la época de grandes lluvias que “todavía están a tiempo de hacer algo los responsables de esto”.
La situación con el arroyo Urquiza es una de las que afecta a Vaqueros; pero hay otros dos cursos de agua que causan zozobra a los vecinos: los arroyos Chaile y el Rivero. El año pasado, ambos causaron estragos entre los habitantes. Además, sus cambios de cauce provocan disputas entre los vecinos.
Las grandes precipitaciones aún no han llegado al valle de Lerma ni a las montañas ubicadas al oeste. Los vecinos de la zona las esperan con preocupación.
Falta de respuestas
Cuando El Tribuno intentó comunicarse en sus lugares de trabajo con Miguel Angel Alemán, intendente de Vaqueros, empleados municipales respondieron acerca de sus respectivos jefes : “no se encuentra”. El único organismo que atendió la consulta periodística fue la Secretaría de Minería, quien, mediante su vocera, sostuvo que “la Secretaría de Minería no tiene injerencia en el cuidado de los arroyos provinciales; está es una tarea que llevan adelante los municipios y Recursos Hídricos quienes deben mantener y limpiar los cursos de agua que atraviesan zonas pobladas”.
“Desaparición de piedras”
Luego de que la Secretaría de Minería, a través de una nota firmada el pasado 19 de agosto por el geólogo Carlos Ganám Maurell, informara que la responsabilidad acerca de lo que sucedía en arroyo Urquiza correspondía a la Municipalidad de Vaqueros y la empresa de áridos INCOVI, los vecinos se dirigieron a estas.
En una nota enviada a INCOVI, el 31 de agosto de 2010, mencionan que “viendo el abandono total de las obras en dicho arroyo (Urquiza) con marcada desprolijidad en su cauce, con desaparición de piedras, nos alarma dicha situación ante la proximidad del período de lluvias”.
Convenio roto
Un mes después, tras advertir que no había avances y conocer la ruptura del convenio entre la empresa y la comuna, los vecinos se dirigieron al Concejo Deliberante y al intendente de Vaqueros. En la nota dirigida a Miguel Angel Alemán se menciona que INCOVI les informó que la comuna les “retiró el convenio para ser encarado por el mismo Municipio”. |
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