Val Voyalant, de 10 años de edad, y su hermana Cledna, de tres, viven en la pequeña comunidad de Pisto, localizada al sur de Dessaline y cerca del río Artibonite, en la región de Haití más gravemente afectada por el actual brote de cólera. Ambas niñas descansan sobre una camilla de ruedas que se encuentra al fondo de una amplia sala del hospital Clair Heureuse, a unos 40 kilómetros al norte de Saint-Marc, en el departamento de Artibonite. Las niñas reciben en los brazos por vía intravenosa una solución salina concentrada.
La madre de Val y Cledna, Francina Davariste, les limpia periódicamente el sudor del rostro con un paño húmedo. "Permanezco todo el tiempo sentada junto a ellas", explica. "La más pequeña tiene vómitos. Está muy enferma".
Davariste dejó a cuatro hijos más al cuidado de parientes en Pisto, mientras que otro hijo varón, de siete años de edad, está internado con cólera en el hospital Saint Nicholas de Saint-Marc. Davariste dice que espera que el niño esté bien.
Demanda excesiva de recursos
Las autoridades de salud haitianas remiten al hospital Clair Heureuse los casos más graves de cólera, mientras que a los pacientes con infecciones menos graves se les trata con antibióticos y se les brinda información sobre el cuidado preventivo, pero no se les interna en centros de salud
Se trata de una respuesta elemental pero necesaria ante una situación abrumadora. A medida que aumenta la necesidad de dar respuesta al creciente brote de cólera, los hospitales y centros de salud de la región afectada y las zonas circundantes comienzan a sufrir los efectos de la excesiva demanda de sus recursos.
"En este hospital tenemos 35 camas, pero en estos momentos hay 61 pacientes internados, a los que hemos tenido que alojar en distintas partes de las instalaciones", explicó a finales de la semana pasada el Dr. John Fequier, Director del hospital Claire Heureuse. El Dr. Fequier, que terminó sus estudios de medicina hace apenas cinco años, reconoció que jamás había visto nada parecido.
Comentó asimismo que a pesar de que no se sabe a ciencia cierta a qué se debió el brote de cólera, uno de los factores comunes a la mayoría de las personas infectadas es que han consumido o tenido contacto con las aguas del cercano río Artibonite. Las autoridades de salud pública de Haití han ordenado la realización de análisis del agua de diversos puntos de ese río.
Establecer las necesidades
"Es importante saber si el agua está contaminada", señaló la Dra. Chantal Umutoni, Especialista en cuestiones de salud en las situaciones de emergencia de UNICEF, "pero a estas alturas de los acontecimientos, cuando la enfermedad se propaga entre las familias y comunidades, lo más importante es coordinar una respuesta eficaz. Como parte de esa respuesta es necesario aislar y brindar tratamiento a los que ya están infectados y concienciar a las comunidades acerca de las maneras en que pueden protegerse del contagio".
En colaboración con otros organismos humanitarios, UNICEF ha enviado a sus equipos a varios hospitales y centros de salud localizados en las cercanías del río Artibonite con el fin de evaluar la manera en que han sido afectados por el brote de cólera.
"Es importante establecer la capacidad y los medios con que cuentan esos establecimientos, además de determinar cuántos casos de cólera deben tratar", añadió la Dra. Umutoni. "De esa manera podemos evaluar qué recursos necesitan. Se trata de una información importante para la planificación de una respuesta adecuada a nivel regional".
Crece el número de víctimas
Pocos días después que el Gobierno de Haití confirmara que el creciente número de casos de diarrea aguda se debían al cólera, el número de muertos superó los 250, mientras que más de 3.000 personas han tenido que ser internadas para su tratamiento.
En el Hôpital Générale de la Référence de L'Estère, a 14 kilómetros de Dessalines, cuatro doctores locales colaboran con seis integrantes de un equipo médico cubano en condiciones de trabajo que, en el mejor de los casos, sólo pueden calificarse de rudimentarias. El personal médico hace frente a la situación de emergencia rodeado de las pilas de cemento en polvo, los cubos de agua, palas y otros materiales de construcción que se empleaban en obras de ampliación del hospital, que han quedado por ahora en suspenso. El Hôpital Générale de la Référence también recibe un número cada vez mayor de pacientes con cólera.
El hospital de L'Estère es uno de los cinco centros de salud que en breve contará con mayor capacidad para atender a los afectados como consecuencia de una reunión de coordinación que se llevó a cabo la semana pasada y en la que participaron representantes del Ministerio de Salud y diversos aliados en el terreno, entre ellos UNICEF. Otros centros más pequeños y apartados se harán cargo de la atención de los casos menos graves. UNICEF colaborará con la ampliación de la capacidad operacional del Hôpital Générale de la Référence
Higiene y saneamiento
UNICEF también coordina con sus aliados las labores de distribución de productos para la purificación del agua, antibióticos, botiquines de medicamentos contra la diarrea y sales de rehidratación oral.
El cólera es una enfermedad altamente contagiosa del aparato digestivo causada por la ingestión de agua o alimentos contaminados. Entre sus síntomas figuran la diarrea acuosa grave, los vómitos y los dolores abdominales. Los pacientes que no reciben tratamiento pueden morir debido a la deshidratación grave. Se trata de una enfermedad que puede evitarse mediante las prácticas adecuadas de higiene y saneamiento, como el suministro y consumo de agua potable.
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