Preocupa el constante crecimiento del basural a cielo abierto ubicado a seis kilómetros al este de la comuna local, a la vera de un cauce aluvional, en el ingreso a La Salada. Lejos quedaron las promesas de erradicarlo de manera definitiva. La presencia del vertedero es un foco de infección que genera problemas entre los vecinos.
Ayer a la mañana, un montículo de residuos provenientes de la actividad agrícola fue incendiado. La densa columna de humo negro se propagó durante varias horas.
El responsable del área de Inspección General del municipio, Miguel Antequera, se enteró de esa situación por Diario UNO y se comprometió “a encontrar a los responsables de que los residuos hayan llegado a ese lugar”, dijo.
En tanto, hace dos años la compleja situación de esa zona del departamento salió a la luz a través de una nota publicada por este medio. En ese momento, Fabián Vega, propietario de un campo lindero a la sección pública donde se enclava el basural, lanzó duras críticas contra la Comuna, acusaciones que reiteró ayer.
En 2008, el intendente Jorge Difonso (PD), quien hace unos días regresó de Bruselas (Bélgica), donde participó en un encuentro internacional por el medio ambiente, comentó que el tema del cauce aluvional es competencia de Irrigación y la Dirección de Hidráulica.
Los vecinos dicen que lo cierto es que el vertedero no sólo afecta al cauce, sino que la mayor parte de su superficie está enclavada a varios metros de la cuenca.
Vega recordó que en 2008 “Hidráulica emplazó y multó a la Comuna por la presencia de basura en ese lugar, pero nada se hizo para erradicarlo”, analizó.

Riesgo de contaminación
En época de lluvias como las que se avecinan, las aguas corren por ese cauce aluvional y arrastran los desechos camino al río Tunuyán.
A diario varias personas transitan por ese sector, entre ellas niños que concurren a la escuela y para hacerlo deben pasar a pie por una huella que sortea residuos de todo tipo, que además de opacar el paisaje lo convierten en un verdadero foco de infección.
Pero no son esos los únicos problemas a la vera de la basura, sino que las familias que residen a un kilómetro de ese sitio no cuentan con servicio de transporte debido a que nadie quiere entrar a esa zona de chacras porque deben, inevitable y peligrosamente, pasar por el basural.
Los vehículos que transportan a los chicos a las escuelas los esperan del otro lado del cauce, por lo que los niños deben penetrar a diario el corazón del vertedero.

Piden la erradicación
Tanto Vega como gran parte de los residentes en esa zona de la villa cabecera esperan que “alguien” invierta en la salud de la población y que los residuos –entre ellos animales muertos y patológicos, como jeringas y bolsas de ano contranatura, entre otros– sean removidos y trasladados al COINCE, la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos ubicada en el distrito Capiz, que recibió un subsidio de 150.000 euros de la Unión Europea.

Huella
Llama la atención que esto pase en San Carlos, donde existe una planta para tratar la basura en el distrito Capiz.
Hace poco esa planta recibió un subsidio de 150.000 euros de la Unión Europea.
Por una huella que bordea el gran basural deben pasar los chicos que van a la escuela de la zona.