O, por lo menos, lo está intentando. Así lo confirmaron a DIARIO DE CUYO los directivos de algunos de estos lugares. Dijeron que este año crecieron hasta en un 50 por ciento, con respecto a la temporada anterior, las consultas y solicitudes de asociarse. Y que ya no tienen cupo para más incorporaciones, por lo que la gente permanece en lista de espera.
En el Centro Valenciano dijeron que este año se vieron desbordados por la demanda. El motivo: las consultas y solicitudes para ser socio del club crecieron la mitad con respecto al año anterior. Todo gracias a que en el Dique de Ullum las actividades y servicios serán limitados por la escasez de agua. Y a que los habituales usuarios del perilago consideraron los clubes con pileta como una buena alternativa para pasar el verano.
"Las consultas son diarias, lamentablemente no tenemos cupo para más socios -sostuvo Pedro Vidal, directivo del club-. Nadie puede negar que esto se presenta como un gran negocio, pero nosotros priorizamos la comodidad de la gente y la calidad de los servicios, por eso no vamos a asociar más personas de las que podemos contener". De todos modos, en el Centro Valenciano, los aspirantes a socios están en lista de espera para asociarse apenas haya una vacante.
Lo mismo sucede en Ausonia, donde el cupo ya está completo. Y las consultas para asociarse este año crecieron en un 30% con respecto al año pasado. En este club también hay gente anotada, esperando una oportunidad para poder asociarse. La inscripción del grupo familiar como socio, por ahora, cuesta 4.600 pesos. "La gente que llama ni siquiera pregunta precios, sólo si hay lugar -contó José Molina, directivo de este club-. Y nos pide que la anotemos por si acaso quede algún lugar disponible".
En el Club Banco Hispano no hay lugar más que para los 1.200 grupos familiares ya asociados. Pero sus autoridades no quisieron confeccionar una lista de espera para no crear falsas expectativas en la gente que llama todos lo días, mañana y tarde, con la pretensión de convertirse en socio. Allí se aconseja llamar cada semana para averiguar si hay vacantes.
Por su parte, en la UVT (Unión Vecinal de Trinidad) esperan una temporada veraniega más prometedora que la de años anteriores. Ningún grupo familiar se desvinculó del club, como suele ocurrir normalmente, y otros 50 se asociaron por primera vez.
Algo similar ocurre en el Club Amancay, donde hasta el año pasado la gente se asociaba para ir a jugar al golf. Este año, según sus directivos, lo están haciendo para usar la pileta y tomar sol.
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