El representante del Foro Ecologista de Paraná, Daniel Verzeñassi informó que la entidad realizaría una presentación judicial debido al elevado índice de contaminación que se detectó en el complejo de aguas termales de la localidad entrerriana de María Grande. “Ya habíamos anticipado que la autorización de la perforación del Acuífero Guaraní era una barbaridad, pues provocaría el daño de todo el ecosistema de la zona”, aseveró.
En declaraciones al programa A Quien Corresponda, que se emite por Radio del Plata Paraná, Verseñassi adelantó que es factible que la entidad motorice una presentación judicial debido a las irregularidades que se detectaron en las termas de María Grande.
“Que se vuelquen aguas en la superficie para viabilizar la terma está muy mal, y otra barbaridad es la posibilidad de reinyectar 366 metros de una napa subterránea, ya que eso es terrible para el curso de la naturaleza”, explicó el ambientalista.
Asimismo, sostuvo que las aguas subterráneas “son la gran reserva de agua del futuro” e insistió en que “por ello esta situación sería terrible”.
Además, expresó que la autorización para que se inyecten aguas salinas en acuíferos que funcionan como reservorios se efectivizó “ligeramente”, sin tomar en cuenta que dicha acción “pone en riesgo la producción agropecuaria y ganadera de la zona”.
“El mismo caso de María Grande se presentó años atrás y el recurso de amparo fue favorable, pero ese fallo fue apelado en algunos tramos”, explicó Verseñassi y acotó que en la oportunidad, “se reconoció que las cosas estaban haciéndose mal, pues se tiraba agua en la superficie dañando diferentes cursos fluviales”.
En tanto dijo que el río Paraná “está muy maltratado por la desembocadura de otras termas en el río, como la de María Grande”.
“Ya habíamos anticipado que la autorización de la perforación del Acuífero Guaraní era una barbaridad, pues provocaría el daño de todo el ecosistema de la zona”,
acotó y especificó una serie de detalles técnicos al respecto, para fundamentar sus afirmaciones.
“Siempre se hacen discursos sobre la virtuosidad de las aguas termales, pero han cometido graves errores, y ahora tratarán de diluir esa situación echándole la culpa a María Grande”, indicó.
Acto seguido, dijo que la entidad que representa es acusada con frecuencia de ser “una eterna querellante” y agregó que “los responsables del proyecto de termas deberían dar cuenta de la situación”, pero estimó que en el futuro “ellos no estarán en la función pública”.
Con tono resignado señaló: “Perdimos conciencia de que somos parte de un ecosistema, y siempre que pasamos hacemos daño y, aunque deberíamos contar con la capacidad de repararlos, esto no se hace pues la sabiduría se diluye en la codicia e intereses bancarios”.
Además, explicó que el cuerpo humano “funciona en base a un equilibrio salino, pero dijo que cuando se altera el lugar donde sobrevive dicho organismo éste muere de forma inevitable.
Enseguida, ejemplificó: “Ni siquiera la vida marina sobreviviría en las aguas alteradas de las termas”.
Más adelante, señaló que la sociedad “tiene la creencia de que vive gracias a los supermercados y los automóviles y esa no es la vida, porque el dinero no mueve el mundo sino la biología”.
"Dañamos nuestro suelo, tanto en su profundidad como en su superficie, porque perdimos la conciencia de quienes somos y es como cuando cortamos la rama sobre la que estamos parados, pero celebramos la calidad del serrucho”, finalizó.