El corte de las tablestacas que forman parte de la estructura de la obra de defensa costera de Santo Tomé -tramo comprendido entre el anfiteatro Martín Miguel de Güemes y el estribo oeste del Puente Carretero-, ha generado la preocupación de vecinos de este lado del río Salado, quienes desde hace dos días vienen observando dichas tareas, así como de la edil justicialista Rosana Zamora, referente del bloque de Producción y Trabajo. Justamente, Zamora ya elevó un pedido de informes al Concejo Municipal de nuestra ciudad, con la intención de recabar a través del Ejecutivo local, la información que ni el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente de la Provincia de Santa Fe (Masp), ni la empresa Ecodyma SA -encargada de los trabajos-, han brindado aún.
Se trata de información que tiene que ver, básicamente, con el esclarecimiento técnico de los inconvenientes surgidos con el referido tablestacado (tendiente a conformar una pantalla metálica de 496 metros sobre la barranca), en el marco de un emprendimiento sobre el que siempre se dijo que en 2005 -en épocas de Jorge Obeid y Angel B. Piaggio-, se empezó sólo con un anteproyecto y tuvo continuidad sin que existiera un proyecto aprobado por el nombrado ministerio, algo que sí fue confirmado en forma oficial este año.

Paseo afeado
De cualquier manera, no sólo sobre este tema está centrada la queja de los habitantes del lugar, puesto que -además- desde hace más de dos años deben convivir con el hecho de que el anfiteatro, uno de los lugares más bellos de la ciudad, está literalmente tomado por un obrador desprolijo, con un baño químico a la vista de todos, que da una clara imagen de abandono y precariedad. Por eso mismo, para fundamentar su solicitud, Zamora remarcó -entre otras cosas-, que los trabajos en la citada obra ""se encontraban paralizados desde diciembre del año pasado por problemas técnicos en el hincado de las tablestacas y por un reclamo de la empresa contratista por los daños sufridos durante la inundación de 2007".
De igual modo, a través de su escrito la concejala hace notar que en su momento el ingeniero Fernando Mussi -actual subsecretario de Desarrollo Hídrico del Masp-, había señalado a Diario El Litoral que al iniciarse la actual gestión provincial se encontraron ""con un proyecto ejecutivo que no estaba aprobado". ""No sé si esto es legal o no, pero nosotros, en cuanto a las obras que tenemos que empezar ahora, no las hacemos hasta que la empresa tenga aprobado el proyecto ejecutivo", recuerda también Zamora, en relación a conceptos vertidos por Mussi. Después, Zamora resalta que el funcionario agregó que la construcción que se llevaba a cabo ""no tenía la ingeniería aprobada" y no se sabía ""si se estaba haciendo una obra con los problemas técnicos bien resueltos".
""A 32 meses del comienzo de los trabajos, el proyecto ejecutivo de la obra todavía no fue aprobado por las autoridades del ministerio; de este modo, ni la empresa ni la Provincia saben cómo se terminará la costanera santotomesina, que ya tiene acumulado un costo de 40 millones de pesos", sigue especificando Zamora, basada en informes periodísticos en los cuales también se enfatiza que ""a medida que fue avanzando la colocación de las tablestacas fueron surgiendo problemas con las mismas, puesto que aparecieron lugares de la costa con una profundidad mayor a la estimada originalmente lo que provocó alteraciones en el diseño original". ""El objetivo fundamental de la obra es defender la barranca en esa zona de la costa de los procesos erosivos que se puedan dar como consecuencia de la crecida de los ríos y a la vez generar un paseo ribereño para uso público", añade Zamora en su pedido de informes.

Otros detalles
""El terraplén construido en el tramo anfiteatro-Puente Carretero, con el refulado realizado y la colocación de las tablestacas, constituyen la parte más importante de la obra de defensa costera sobre la que se asentará el paseo", acota también, sin olvidar que las tablestacas (que son 662 en total, fabricadas en Luxemburgo por Arcelor, con 14 y 16 metros de longitud), ""fueron hincadas durante el proceso de inundación de 2007 y como consecuencia de la subida del río debieron suspenderse los trabajos, lo que originó que en algunos lugares no pudiera cumplimentarse con las labores previstas". ""Después de la inundación, cuando las obras se reanudaron, fue imposible volver a martillar las tablestacas para que puedan bajar hasta la posición originalmente prevista", redondeó.
Para finalizar, Zamora, rescató lo manifestado por otra autoridad del Masp, el director de Obras Hidráulicas, Arnoldo Zapata, quien oportunamente sostuvo que ""la imposibilidad de hincar la tablestacas hasta la profundidad prevista, no se debió a características particulares del suelo, sino al proceso de oxidación que se produjo entre las mismas; las tablestacas quedaron pegadas y monolíticas entre todas; entonces algunas quedaron más altas y otras más bajas". La edil, inclusive, en sus considerandos hace hincapié a que, según lo expresó a Diario El Litoral el propio Zapata (conceptos reflejados en la edición del 29 de junio pasado), ""las tablestacas altas se van a cortar, pero antes de hacerlo le hemos pedido a la empresa que garantice la condición estable de la estructura; para ello hay que concretar una labor adicional, que se haría en el interior del río, como para que todo ese cuerpo -tablestacado más refulado-, genere la estabilidad que se necesita".
Por todo ello, Zamora solicita al Ejecutivo santotomesino que informe si el municipio ha recibido información acerca de los trabajos que debieron hacerse en el interior del río Salado para poder proceder al corte de las tablestacas, garantizando la estabilidad en la estructura que conforma la parte fundamental de la defensa costera; si el proyecto ejecutivo de la obra de la defensa costera finalmente ha sido aprobado por las autoridades ministeriales del Gobierno de la Provincia de Santa Fe y qué empresa se encuentra trabajando en la defensa costera (se supone que es Ecodyma, pero quiere que se confirme).