En vísperas de las Bodas de Oro de Vialidad Provincial, el ministro de Planificación, doctor Jorge Ibáñez, destacó el rol fundamental que asumió el organismo en la ejecución de obras hidráulicas orientadas a la regulación del cauce del río Pilcomayo, que afectaba a vastas poblaciones del extremo oeste con sus desbordes que hacia finales de la década del 80 pusieron al borde de la evacuación a los pobladores de localidades como Fortín Soledad
Señaló el funcionario que gracias a la gestión realizada por el entonces vicegobernador Gildo Insfrán, quien planteó el tema a los cancilleres de la Cuenca del Plata que en 1991 se reunieron en Asunción, a partir de entonces se adoptaron medidas decisivas, tratando de lograr una distribución equitativa de las aguas mediante obras hídricas consensuadas.
“El compromiso de realizar tomas en ambas márgenes fue, sin duda, la decisión principal de ese encuentro”, contó Ibáñez quien admitió que en lo referente a la captación de la ribera argentina, la provincia de Formosa se aprestó a realizar las tareas antes del incremento del caudal, precisando que por resolución conjunta del Ministerio de Asuntos Agropecuarios y Recursos Naturales, de Obras y Servicios Públicos y la Secretaría de Planeamiento se encomendó la ejecución de las obras a la Dirección Provincial de Vialidad.
“La capacidad de sus equipos técnicos, la disponibilidad de máquinas y el conocimiento que tenía sobre el terreno, fueron aspectos evaluados al momento de transferir esta responsabilidad”, reconoce Ibáñez, quien recordó que se dispuso trasladar al lugar el equipamiento necesario.
El actual administrador de la DPV, Jorge Jofré, quien acompañaba al ministro en el relato, consignó que se habían enviado dos excavadoras hidráulicas con baldes, tres tractores sobre carriles con hoja topadora, treinta metros de caños de hierro de 100 a 180 centímetros de diámetro, entre otros con los que se dio inicio a los trabajos, y se mantuvo el ingreso de agua en ambas márgenes.
Explicaron que como el río cambiaba los sitios de desbordes, el 31 de mayo de 1994 la DPV dispuso construir un “Camino de Acceso a las Obras del Río Pilcomayo”, proyecto en acuerdo con la Cancillería que contemplaba reconstrucción de decenas de kilómetros de caminos vecinales en la zona adyacente al cauce del mencionado río, posibilitando el desplazamiento de hombres y máquinas hacia los lugares en donde continuamente se hacía obras de captación y mantenimiento de canales.
Estas tareas fueron encomendadas a la empresa ‘San Sil SA’ con amplia experiencia en la zona.

Conservación
En los últimos años, casi en forma permanente, equipos de técnicos, operarios y máquinas preservan la operatividad de las tomas, realizan correcciones y limpieza en una desigual lucha contra la naturaleza.
Destacó Ibáñez que ya como gobernador el doctor Insfrán calificó a la del Pilcomayo como causa provincial y le prestó la dedicación que el tema merecía sobre todo porque con esos trabajos se inició la transformación del oeste formoseño y se proyectó el desarrollo económico y social de toda la franja ubicada al norte de la ruta 81.
Admite que aquella región semidesértica, con una productividad eminentemente pecuaria sujeta a largas sequías o recurrentes inundaciones, es hoy uno de los lugares más atractivos y promisorios de la provincia.

Obras de defensa
Al terciar Jofré en el diálogo dijo que en agosto de 2006 nuevas inversiones se volcaron en defensas ubicadas en ‘San Martín-Batería-La Pampa’ y en ‘Villa Devoto-El Sol-San Andrés’, por una extensión de 25 kilómetros y que obras similares respondieron positivamente ante el embate de las aguas, kilómetros más abajo, circundando la localidad de Fortín Soledad.
En ese contexto los hombres de Vialidad han finalizado, recientemente, la construcción de ochenta kilómetros de ruta compactada dando acceso e integración a una amplia zona largamente postergada. Se trata de la continuación de la ruta nacional N° 86 desde El Solitario hasta Puerto Yrigoyen, en las puertas mismas de la naciente del bañado.
Presas sobre lugares estratégicos aguas abajo en forma escalonada, especialmente sobre el riacho El Porteño, con sus respectivas compuertas y canales derivadores extenderán los beneficios a miles de explotaciones ubicadas en todo el largo de la provincia, al norte de las vías férreas.

Nuevos desafíos
Consigna Jofré que nuevas obras darán continuidad y permitirán recoger los beneficios de este complejo hidrovial revelando que en la actualidad se trabaja en la construcción de represas en La Salada, una laguna cercana a Unión Escuela, ruta provincial N° 24, haciendo un coronamiento y tomas de aguas para garantizar la disponibilidad de agua durante todo el año.
Una obra con el mismo objetivo se construyó en San Isidro, al sur de la localidad de General Belgrano, cercano a la ruta provincial N° 23, indicándose que ahora uno de los desafíos fundamentales para darle continuidad a todo ese proyecto nacido hace 17 años tiene que ver con el proceso licitatorio para construir la presa y embalse de La Salada, que garantizará la disponibilidad de agua para consumo humano y riego en todo el sistema hídrico del norte de la provincia, incluyendo, por ejemplo, el riacho El Porteño de 300 kilómetros de longitud y el río del Norte.