"Tenemos objetivos e ideologías comunes con la presidenta de la Nación", resaltó el gobernador Jorge, al referirse al desarrollo de La Pampa y el "entusiasmo" que tiene Cristina Fernández de Kirchner para lograrlo a través de una distribución equitativa de los recursos.
Media hora antes del arribo del avión presidencial, el gobernador Oscar Mario Jorge llegó al aeropuerto. Allí ya se encontraba el vicegobernador Luis Campo, innumerable cantidad de personal policial abocado al operativo de seguridad y el pampeano Rafael Follonier, integrante de la Unidad Presidencia y responsable del armado de la visita de Cristina Fernández de Kirchner.
Jorge dialogó con los periodistas sobre lo que implicaba la presencia presidencial en la capital pampeana y las obras que traía consigo. Destacó el segundo tramo del acueducto del Colorado (hasta General Pico), las seis mil viviendas a ejecutarse durante tres años y el gasoducto de Conhelo a Victorica.
También dijo que hace unos días se licitaron 600 viviendas y que lo mismo ocurrirá con otras 469 en los próximos días. "Vamos a tener que salir a buscar gente para hacerlas", expresó.
Dejó en claro que el acto celebrado en Estudiantes fue exclusivamente organizado por la Provincia. "Es oficial y para entregar 488 viviendas. Se han invitado a todos, los legisladores nacionales, provinciales, ex gobernadores...".
-¿Candidatos?
-...
-Se lo pregunto por el candidato del PJ santarroseño. ¿Estará en el acto?
-El acto es público, si quiere ir Torroba también puede ir, como si lo que quiere hacer Bustillo.
Atuel.
Preguntado por la resistencia en algunos sectores regantes mendocinos con respecto al acuerdo entre su provincia y La Pampa para el aprovechamiento del Atuel, Jorge resaltó que es un convenio "beneficioso" para ambos estados. "Ahora debe ser aprobado por las Legislaturas y si los mendocinos quieren los beneficios para ellos deben aprobarlo por ley, de no ser así la Nación no pondrá un sólo peso".
-¿Hay una cláusula que obliga a los mendocinos a no cortar más el Atuel después de la firma del acuerdo?
-Exactamente.
-No dice lo mismo el superintendente de Irrigación mendocino.
-Estamos hablando de la Legislatura de Mendoza, del gobernador (Celso Jaque), no sé quién es ese funcionario, pero hay un acuerdo con el gobernador mendocino y me imagino que lo habrá conversado con sus legisladores. Este es un acuerdo que tiene mucho tiempo, que fue impulsado personalmente por la presidenta de la Nación.
-¿Es garante del acuerdo?
-Si el acuerdo tiene la aprobación legislativa, es viable y es viable la financiación.
-¿Cuándo enviará el acuerdo para su ratificación parlamentaria?
-Lo más rápido posible.
-Algunos legisladores se quejaron porque no conocen en detalle el convenio con Mendoza.
-Está bien, venimos de Mendoza con un hecho así y ahora estamos con la venida de la presidenta. Estamos frente a hechos trascendentes y (el acuerdo) se lo haremos llegar.
Agro.
"Estamos en un estado federal, y hemos reclamado desde 1983 que el estado nacional con las provincias y municipios debe coordinar las acciones concurrentes", sostuvo el gobernador pampeano al referirse al diseño de políticas agropecuarias en base a la situación de cada provincia.
Jorge dijo que las autoridades de Agricultura de la Nación "conversarán con las instituciones del campo, establecerán los objetivos, y también con los gobernadores para coordinar cómo aplicar más eficazmente los recursos".
El mandatario provincial desechó que la visita presidencial sea un aval a su persona por haber adherido a la política del gobierno nacional durante la crisis con las entidades rurales. También negó que Cristina Fernández de Kirchner haya venido a buscar apoyo luego del traspié en el Senado por la resolución 125. "En octubre (del año pasado) fuimos junto a la presidenta por el Partido Justicialista y nuestras plataformas electorales coincidían en sus objetivos para la provincia".
"Veo el entusiasmo de la presidenta de desarrollar todas las provincias, de equidad en la distribución de los recursos", agregó Jorge.
Atuel: Cristina prometió un control “absoluto” del acuerdo
La presidenta dijo que el controlar sobre lo firmado con Mendoza debe ser de todos, también del ciudadano común. Los anuncios incluyeron la entrega de 488 casas y la segunda etapa del acueducto.
Parecía una adolescente contenta. Saludando con la mano derecha, escuchando pedidos, respondiendo inquietudes. Haya sido por marketing, consejos de asesores, espontaneidad o demagogia, lo cierto es que el primer paso de Cristina Fernández de Kirchner por La Pampa, como presidenta, tuvo un sello identificatorio: el contacto directo y franco con la gente común.
Durante el acto, no dejó de responder con sonrisas los saludos que recibió de quienes le hacían señas y estaban cerca del escenario. Al bajar de él, tampoco paró de sacarse fotos y dar besos. Y al salir del gimnasio provocó un pequeño desbande –para desesperación de los custodios– cuando en la esquina de Moreno y Alem decidió acercarse al enrejado que la separaba del público. Lo recorrió de punta a punta, siempre junto al gobernador Oscar Mario Jorge. Recibió reclamos y felicitaciones; oyó y agradeció. Y al final, antes de subirse a la combi, se paró un minuto ante una pregunta de LA ARENA sobre el acuerdo firmado la semana pasada, entre La Pampa y Mendoza, por la canalización del río Atuel.
“Es algo que después de tantas décadas, al fin pudimos firmar. Significa devolverle la esperanza a todos los pampeanos; pero, fundamentalmente, poder llegar a un acuerdo entre argentinos”, dijo la presidenta.
– ¿Habrá un control para que el acuerdo se cumpla? Porque muchas veces los acuerdos no se cumplieron.
– Absolutamente. Pero la tarea de control no es solamente de las autoridades, más allá del altísimo grado de responsabilidad que todos tenemos; sino que al control tenemos que hacerlo todos, incluidos los medios (de prensa) y los ciudadanos.
Antes había intentado responderle a un cronista de Radio Noticias sobre cuándo hablaría con el periodismo del interior, pero el intento fue en vano. Los apretujones y otras voces entrecruzadas, hicieron inaudibles sus palabras.
Obras y anuncios.
Previo al cara a cara con la gente, Cristina participó durante una hora del acto oficial en Estudiantes. Allí Nación y La Pampa firmaron dos actas-acuerdo. Una, en el marco del programa federal plurianual de construcción de viviendas, por una inversión de 29.700.000 pesos; y otra, la más importante, para el llamado a licitación para la segunda etapa del acueducto del Río Colorado y obras complementarias, por 325 millones de pesos. Esos trabajos complementarios incluyen obras civiles, mecánicas, eléctricas, de comunicación y de telecomando, como así también arquitectónicas y de infraestructura. El tramo irá de Santa Rosa General Pico y abarcará las localidades intermedias de Winifreda, Eduardo Castex, Metileo y Monte Nievas.
Además, la venida de la presidenta sirvió para entregar 488 casas del Plan Federal. En forma simbólica, ella le dio la primera llave a la adjudicataria Mirta Carro, que la recibió junto a su esposo y dos hijos.
Los otros anuncios estuvieron relacionados –aunque no se los mencionó en el acto– con la construcción de otras 6.000 viviendas durante los próximos tres años; y el gasoducto de 126 kilómetros y un costo de 70 millones hasta Victorica (con ramales a Telén, Carro Quemado, Loventuel, Luan Toro, Rucanelo y Conhelo).
Banderas y gentío.
La escenografía montada en el gimnasio de Estudiantes incluyó en la “popu” a los trabajadores del gremio de la construcción –identificados por la presidenta como “los obreros de casco amarillo”–, con 40 banderas verde fluor; los cientos de adjudicatarios de viviendas con sus familiares; decenas de banderitas argentinas de plástico flameando; funcionarios e intendentes de primero, segundo, tercer y cuarto grado (hasta viajaron jefes comunales de la oposición); y trapos identificatorios de sindicatos, pueblos y corrientes internas del PJ.
Cristina subió al escenario, se paró frente a las más de 2.000 personas que colmaron el lugar, y saludó. Jorge, a su lado, hizo la “V” de la victoria, pero enseguida bajó la mano porque se dio cuenta que no era el gesto más adecuado para la ocasión. Después la presidenta fue a sentarse junto al gobernador, el vicegobernador Luis Campo, el comisionado municipal Gustavo Fernández Mendía y dos de sus ministros, Florencio Randazzo, de Interior, y Julio de Vido, de Planificación Federal.
Pero antes de sentarse pasó por delante de los tres diputados nacionales justicialistas que tiene La Pampa, Manuel Baladrón, Adriana García y Marta Osorio. La presidenta no pareció registrarlos; ni los saludó. Ninguno de ellos votó a favor de la resolución 125/08 sobre las retenciones móviles.
Durante su discurso, Cristina –a la que muchos funcionarios fotografiaron con sus celulares– recibió un par de gritos destemplados. Desde el fondo de la tribuna le reclamaron el pago del plus patagónico. Vaya saber si entendió o no la frase completa y el mensaje; ella respondió con un “todos somos patagónicos”. Y una mujer, a más corta distancia, le gritó “hay tantos...” cuando la presidenta hablaba de su deseo de transformar el país para ayudar a “los que no pueden”.
Pedidos de la gente a la presidenta
Cuando se retiraba del Club Estudiantes, la presidenta rompió el protocolo, bajó de la combi que la trasladaba y se acercó a saludar a la gente. En el ínterin recibió varios pedidos.
Un enfático pedido para estudiar los casos de cáncer, un reclamo para que un “golpeador” no pueda acceder a cargos públicos, y para que declare de interés nacional la campaña “Estrellas Amarillas” fueron algunos de los pedidos que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió en su breve visita a Santa Rosa.
Al terminar el acto en Estudiantes, la presidenta subió a una combi junto con su comitiva y varios funcionarios locales con la intención de dirigirse a la quinta gubernamental. La combi salió del club, hizo unos 20 metros y justo en la esquina de Alem y Moreno se detuvo. Para delirio de la gente que la saludaba desde atrás de un grupo vallado y una densa protección policial, la presidenta se apeó del transporte y se acercó a sus simpatizantes.
La gente entró en desesperación y cerca estuvo de tirar las vallas. Allí empezaron muchos saludos y algunos reclamos a viva voz. Se escucharon muy fuerte los pedidos de empleados de APEL (llevaban un gorrito que los identificaba) por el plus patagónico. Por momentos se los vio hasta desesperados, abalanzándose sobre la gente que sólo quería intercambiar una palabra con la presidenta.
Entre saludo y saludo, Cristina Kirchner se detuvo unos minutos para dialogar con un grupo de personas que le entregó una carpeta con las denuncias y documentos que acreditan casos de violencia familiar protagonizados por el candidato justicialista a la intendencia, Juan Carlos Tierno. Ese grupo –integrado por mujeres, artistas y gente que tuvo una activa participación en las marchas contra el ex intendente– le entregó un ejemplar de la última edición de la revista Lumbre. En esa revista consta una entrevista con una mujer que trabajó en la casa del ex intendente hace décadas atrás y observó agresiones a su primer esposa.
Mientras la presidenta seguía dialogando con otras personas, el grupo llamó al ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien también había descendido de la combi. Al ministro le hicieron el mismo planteo. El ministro aseguró desconocer que los casos eran tan graves como le informaron las mujeres, pero les hizo notar que el hecho de ser el candidato del partido justicialista no le deja posibilidades de acción o de anular esa circunstancia. Igualmente, intercambiaron direcciones de correo electrónico a fin de hacerle llegar material más preciso.
Cáncer.
Unos metros más adelante, Cristina Fernández se detuvo a escuchar el testimonio de una mujer que llevaba a un niño de la mano. La mujer le contó que su hija, María Roxana Nowak, falleció a raíz de un caso de cáncer, que el niño que tenía de su mano era su nieto. “Le dije a la señora Presidenta: este niño perdió a su madre por el cáncer, y le pedí que investigue, que se preocupe, porque hay muchos casos de cáncer y no se conoce”, relató la mujer a LA ARENA.
La señora comentó que desde que falleció su hija ha estado leyendo e investigando mucho sobre el tema y ha encontrado una posible relación entre la calidad del agua y también el uso de herbicidas que en otros lugares están prohibidos.
“La presidenta me escuchó e incluso acarició al niño a través de la valla”, relató emocionada la mujer. “Le pedí que investigue porque hay mucho cáncer, mucho más de lo que nosotros sabemos”, remarcó.
Estrellas.
Minutos antes de empezar el acto oficial, la madre de un niño fallecido en un accidente de tránsito entregó a una colaboradora de la presidenta una carpeta con documentación, antecedentes y un pedido referido a la campaña “Estrellas Amarillas”.
Silvia González, mamá de Sacha y miembro de la Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito, dejó en manos de la licenciada Araceli Avena –del área de Documentación Presidencial– una carpeta con documentación sobre las personas que han fallecido en nuestra provincia a causa de accidentes en la vía pública.
La carpeta también contiene un pedido para que se declare “de interés nacional” la campaña Estrellas Amarillas, una iniciativa para pintar estrellas en cada lugar donde ha fallecido una persona.
“Es una carpeta con mucha documentación”, explicó Silvia González. Allí hay un detalle con el nombre y apellido de cada víctima, el lugar donde murió y la circunstancia en que se produjo su deceso. Junto con ese material, se acercó a la presidenta la invitación para que participe del lanzamiento de la campaña en La Pampa, que tendrá lugar el 21 de agosto en Santa Rosa.
También se le solicitó a la presidenta que interceda ante la Dirección Nacional de Vialidad y ante el Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) para obtener la autorización de pintar esas estrellas en dos rutas nacionales.
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