Fueron halladas, a la altura del Puente Bosch, en el partido bonaerense de Avellaneda, mientras se realizan tareas saneamiento, informaron fuentes oficiales. Como se trata de un delito ambiental, ahora se deberá investigar la procedencia y el contenido de las bolsas.
"La empresa que está realizando la limpieza encontró 18 bolsas de envoltura de color rojo, con residuos patológicos", dijo a Télam el subsecretario de Control y Fiscalización de la Secretaría de Ambiente de Nación, Raúl Vidable.
El funcionario destacó que "en principio se trata de un delito ambiental", que deberá investigarse. Cuando se procedió a retirar las bolsas, se detectó la presencia "de residuos patológicos tales como jeringas, gasas usadas y otros desechos hospitalarios, así como también recetas e indicaciones médicas pertenecientes a un efector de salud", detalló.
En el procedimiento se dio intervención a un escribano público, a la Unidad Fiscal en Materia Ambiental (UFIMA) y a la División Delitos Ecológicos de la Policía Federal Argentina.
Por ahora desconocen "si las bolsas fueron arrojadas al agua por personas vinculadas al establecimiento de salud, o bien por la empresa encargada de la limpieza del mismo, lo que deberá ser determinado por la Justicia", dijo Vidable, quien encabezó el operativo dispuesto por la cartera ambiental de la Nación.
"En principio, por algunos papeles que se habrían retirado, los residuos serían de algunos nosocomios de la ciudad de Buenos Aires, pero no podemos dar certeza de ello hasta que no saquemos el resto del contenido que tendría documentación que acredite el origen", explicó.
Vidable señaló que, según la empresa que trabaja en limpieza hospitalaria, "ésta es la cuarta vez que están tirando este tipo de bolsas".
"Todo esto se va a investigar", reiteró y manifestó que la cartera ambiental nacional comunicó lo ocurrido al Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. "Estamos trabajando en forma conjunta", indicó.
El funcionario manifestó que los residuos patológicos "son peligrosos, por lo que de ninguna manera pueden ser arrojados al agua".
Esos desechos "deben ser dispuestos de una forma totalmente diferenciada de los residuos comunes, y tanto el transporte como el tratamiento son realizados por empresas que están inscriptas en el registro de residuos peligrosos", aclaró.