Una nueva temporada de riego, para proveer del vital líquido a la producción, ya está en marcha en toda la región.
Según se informó, ayer se habilitó el sistema para este año y se estima que en los próximos días el agua ya estará llegando a las chacras, en toda la extensión del sistema que nace en el dique Ballester y va hasta Villa Regina.
Ángel Spampani, titular del Consorcio de Riego de Roca -que abarca más de 12.500 hectáreas entre Guerrico y Cervantes- indicó que este año se va a continuar aplicando la medida destinada a regularizar el cobro por el canon de riego, que permite realizar las obras de limpieza y mantenimiento anuales.
El productor advirtió, de este modo, que sólo aquellos que estén al día con los pagos o hayan regularizado sus pasivos con el ente de riego, verán llegar el agua a sus chacras.
El resto, incluido los que tampoco hicieron la limpieza obligatoria de las acequias comuneras -tarea que corresponde a cada chacarero- no verán el agua ni de cerca.
En esta ciudad, se estima que más de un 40% del padrón son morosos, y de ellos un 10% ya están en situación judicial para el cobro por medio de la vía legal.
"Los canales ya están habilitados para recibir el riego, nosotros hemos terminado en estos días el trabajo, pero falta mucho para hacer en las acequias comuneras, así que en esos casos no se va a habilitar el riego hasta que no se limpie porque si no ocurren todo tipo de trastornos", señaló Spampani.
"Además los que tengan deudas, consideramos deudores aquellos que deban desde el tercer período vencido, no van a tener riego de movida", agregó.
Esta temporada, se habilitó un nuevo canon que es de 217 pesos por hectárea y por año, "lo cual significan 70 centavos por día", simplificó el presidente del Consorcio.
A esta altura del año, con los riesgos que implican las primeras heladas, el agua es la principal herramienta a disposición de los productores para combatir las consecuencias indeseadas del frío extremo en las plantaciones.
En principio, no habría problemas con la disponibilidad de agua.
Las represas, río arriba, están bien abastecidas y hay que esperar todavía los deshielos primaverales que terminarán de alimentar la oferta de agua tanto para riego como para energía.