Cristina Kirchner tuvo ayer en la ciudad santiagueña de Frías el escenario perfecto para comenzar a realzar su deteriorada imagen tras el conflicto con el campo. Y mandó un mensaje de cara al futuro: "No voy a aflojar ni abajo del agua".
Gerardo Zamora, el radical K que gobierna esta provincia, se encargó de movilizarle unas 35 mil personas que llegaron desde todos los puntos de la provincia y, de paso, ratificó su poderío político, de cara a las elecciones que se vienen y en las que se postulará para la reelección.
La presidenta se mostró en esta zona del oeste santiagueño, en el límite con Catamarca, con Zamora y su par salteño, Juan Manuel Urtubey, la vice catamarqueña, Lucía Corpacci y dirigentes de las tres provincias.
Era el escenario perfecto: buen clima político, elogios desde todos lados y anuncios de múltiples obras por un monto que supera los 900 millones de pesos.
Justamente Zamora rompió el hielo en la fresca tarde santiagueña y en apenas 8 minutos, le dijo a Cristina que con esta nueva visita, la segunda en cuatro meses, "se acaba con el aislamiento y con el federalismo declamativo".
El mandatario santiagueño, aliado de los K desde el inicio de su gestión en el 2005, dijo: "Vamos a trabajar con esperanza; queremos hacerlo junto a usted y ser parte de esta Argentina que va a seguir creciendo pese a todo".
La Presidenta firmó un paquete de medidas en obras públicas por más de $900 millones, entre ellas la construcción del embalse El Bolsón (en Frías), la ejecución del primer tramo de la avenida "Leopoldo Lugones" (en capital), la red cloacal en Frías y Las Termas, nuevas rutas y otras obras.
El objetivo era más político que otra cosa: sondear cómo estaban los ánimos en esta región, tras los convulsionados días de pelea con el campo y aquí salió airosa gracias a Zamora.
Cristina, que estuvo acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, le habló al "país profundo" y dijo que gracias a esas recorridas "se puede conocer en serio a los pequeños productores y comprenderlos mejor". Antes se había reunido con humildes hombres del campo que se dedican a la cría de cabras.
"Hay una Argentina rica y una Argentina pobre y el gran desafío de nuestro gobierno es poner en marcha esa Argentina pobre", arengó, al tiempo que tiró flores para su aliado político. "Tienen un gobernador de lujo".
El apoyo de Cristina a Zamora reafirma esa alianza política y le da un impulso importante al mandatario santiagueño para anunciar en breve que irá por la reelección. Al radical K se le vence el mandato en marzo y baraja como fecha tentativa de elecciones la primera semana de febrero. Su imagen positiva es alta: 70%, según una encuesta de Zuleta Puceiro.
Cristina habló en varios pasajes de la mujeres (saludó a Lucía Corpacci y a la vicegobernadora Blanca Porcel). "Quiero hablarles a mis hermanas de género, a las que siempre nos cuesta más, porque nos ponen piedritas en el camino", dijo, y, advirtió: "No voy a aflojar ni bajo el agua".

Obras por casi 1.000 millones
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, destacó la "cantidad e importancia" de las obras públicas que anunció ayer Cristina Fernández de Kirchner durante la visita que realizó en Santiago del Estero, cuyo monto alcanzará los 961 millones de pesos.
Entre los anuncios, Randazzo resaltó, a través de un comunicado, la iniciación de las obras del embalse El Bolsón, sobre el Río Albigasta, que "permitirá proveer de agua potable a las localidades de Frías, Esquiú, Quirós y San Antonio de la Paz y posibilitará planificar el riego de 12.000 hectáreas y la generación de energía eléctrica".