La comunidad de Yalve Sanga se encuentra a 425 kilómetros de la ruta internacional Transchaco y tiene una población superior a 4.000 indígenas de las etnias Nivaclé y Enlhit.
Como otras del Chaco Central, está sintiendo la sequía cíclica que se adelantó y empezó a afectar la zona entre marzo y abril. La merma de lluvias es muy notable, cuando en realidad estos meses normalmente corresponden a épocas de precipitaciones en la región Occidental.
“En el verano tuvimos muy poca lluvia en esta zona; la lluvia más copiosa que tuvimos fue de 40 mm. Los tajamares cargaron muy poca agua y la mayoría ya se secó”, dijo el Dr. Elmer Zacarías, asesor agropecuario de la Asociación de Servicios de Cooperación Indígena Menonita (ASCIM).
Esta organización coopera con unos 12.000 nativos en una docena de comunidades, en forma directa en la zona del Chaco.
Los líderes de Yalve Sanga, el nivaclé Teo Servín y el enlhit Eduardo Teichrieb manifestaron que la población en las diferentes aldeas se encuentra muy afectada.
Indicaron que el agua de los pozos ya está tan salada que ya no es apta para el consumo humano.
Hasta ahora, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) se ocupó de cargar una vez los aljibes en las dos comunidades, pero la provisión dio abasto solo por una semana.
Las comunidades mismas están acarreando agua con sus propias maquinarias, lo que significa un tremendo gasto para ellos.
Hasta el momento, ya gastaron G. 18 millones en el transporte de agua con máquinas propias.
“Es cada día más crítico y no se sabe hasta cuándo se puede aguantar”, dijeron los líderes indígenas al referirse al aumento de la escasez de agua.
Estas comunidades cuentan también con fincas ganaderas comunitarias y de pequeños grupos de familias.
La situación del ganado también se agrava cada vez más, con la excepción de que los animales son más tolerantes con el agua salada.
“Estamos reduciendo mucho en este momento la cantidad de animales para poder sobrellevarlo”, manifestaron los líderes Teo Servín y Eduardo Teichrieb.
En las diferentes comunidades, especialmente de nativos, la falta de agua potable en los sectores vulnerables de la población genera una larga cadena de efectos nocivos en la salud de los habitantes. Además, obliga a la interrupción de clases en las escuelas, provoca la mudanza de familias, escasez de changas, entre otros problemas.
Sexto mes de sequía
La sequía cíclica ha entrado actualmente en su sexto mes en gran parte del Chaco y en esta zona de la región han caído en los últimos cinco meses un total de solo 42 milímetros de lluvia. En el sector ganadero la sequía ya genera preocupación.
La alimentación de los animales se torna difícil porque las pasturas secas pierden sus nutrientes, mientras los tajamares ya tienen pocas reservas. |
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