En julio del próximo año, el país conocerá los impactos sociales, económicos y medioambientales que podrían ocasionar las dos represas brasileñas Jirau y San Antonio al territorio boliviano, para lo que se contrató a la consultora canadiense Tecsul, informó el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
La consultora canadiense comenzará a trabajar este lunes, uno de septiembre, con el desplazamiento de técnicos especializados, aseguró la autoridad al puntualizar que Tecsul es una empresa con “mucha solvencia técnica”.
El objetivo del estudio es “tener los argumentos técnicos necesarios suficientes”, puntualizó el Ministro de Hidrocarburos y Energía al recordar que si bien ya se investigó sobre impactos ambientales, que son destacables, “también, hay que incorporar otro tipo de elementos técnicos”.
Organizaciones ambientalistas aseguran que el mayor impacto de las represas brasileñas en el río Madera será, precisamente, el crecimiento de los ríos, además, de taponar los afluentes: Abuná, Madre de Dios, Beni, Mamoré y Guaporé.
En tanto, que Brasil ya adjudicó la construcción de las dos generadoras de hidroelectricidad, aprovechando los recursos hídricos del río Madera, Ambas represas estarán concluidas el 2012, de acuerdo con los informes provenientes del vecino país, el costo superará 10.000 millones de dólares.
COMBO DE ESTUDIOS
El estudio del “posible impacto de Jirau y San Antonio sobre territorio boliviano” es parte del contrato que el miércoles suscribió la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) con Tecsul para realizar los análisis con los estudios de Cachuela Esperanza y otros posibles proyectos como El Bala, Miguillas, Misicuni
El costo de esos estudios suma 8 millones de dólares, financiados por el Tesoro General de la Nación (TGN), aseguró la autoridad al explicar que estos proyectos son considerados de prioridad para el Gobierno. |
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