“La gente no toma conciencia y sigue tirando basura en los arroyos. Y no sólo eso, porque hasta arrojan animales muertos y residuos de todo tipo”, reconoció Francisco Penz, director de Bromatología y Zoonosis municipal, con relación a la crítica situación actual de los cursos de agua que atraviesan la ciudad.
Lejos quedó el tiempo en que los arrojos internos albergaban peces y en los días de calor eran un alivio. Hoy están todos contaminados, empezando por el Tuichá y el Mbotaby, los dos más grandes.
Ante este panorama desde la comuna reconocieron que actúan por denuncias de los vecinos, aunque no existe un plan de salvataje y sustentabilidad de los cursos internos de agua.
“En esta región, los arroyos son colectores pluviales y cloacales, y no escapa a nadie que reciben vuelcos de toda clase”, señaló el subcomisario Antonio Hernández, Segundo Jefe de la División de Bomberos, quien agregó que “Oberá no tiene un especialista en emergencia ambiental para este tipo de situaciones”.
Desde el Ejecutivo municipal pretenden generar acciones para solucionar la problemática. Al respecto, Juan Carlos Balsari, secretario de Desarrollo Urbano, explicó: “Estamos tratando de armar un grupo para trabajar en ese sentido y, con el apoyo del Concejo Deliberante, sacar una resolución y más adelante una ordenanza específica”.

Una materia pendiente
“Hay varios pedidos de vecinos para tratar el tema. Pero habrá que ver cómo generamos los fondos”, argumentó el funcionario. A partir de vecinos que denunciaron la mortandad de peces, el municipio detectó la presencia de un pesticida en el curso de agua que nace en el Jardín de los Pájaros y recorre gran parte de la ciudad, desembocando en el arroyo Tuichá. Tomaron muestras en cuatro puntos del cauce y a la altura de la calle Río de la Plata detectaron la contaminación. “Se determinó que en ese punto se había arrojado un agroquímico muy fuerte que hace efecto en el momento y luego se diluye, porque más abajo no se detectó nada ni más arriba”, indicó Penz. Además, especuló que el origen de la contaminación habría estado relacionado con el lavado de mochilas u equipos utilizados para fumigación.
Por su parte, Sigrid Sand, responsable del departamento de Desarrollo Rural, reconoció que son muchas las denuncias de los vecinos. “Es una demanda constante de la gente, pero todavía no tenemos una estrategia”, subrayó.