Se espera una cosecha un 29% más baja. Caería un 45% el valor exportado. La merma en la recaudación por retenciones sería similar. Se están empezando a trillar los primeros lotes del NEA, con rendimientos que reflejan la sequía. Ya se sabe que se han perdido 49.000 hectáreas, de las 2,12 millones implantadas.
Se espera, aunque todavía no se conoce el efecto definitivo de la sequía, una cosecha local de aproximadamente 3,3 millones de toneladas, 29% inferior a la de la campaña pasada. Según la Bolsa de Cereales, al 16 de enero, se habían perdido 49.000 hectáreas, 21.000 de las cuales son del NEA y Norte de Santa Fe.
También se registraban pérdidas en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires, por 15.600 hectáreas. Habiéndose cosechado el 9% del total nacional, todo en las regiones NEA y Norte de Santa Fe, los rindes son inferiores a los 10 qq/Ha.
Está claro que la intención inicial de siembra de los productores estuvo lejos de concretarse y que finalmente, la superficie cosechable es de apenas 2,07 millones de hectáreas, algo más de 800.000 por debajo de la intención original.
Si se compara por regiones la superficie sembrada definitiva con la de la campaña anterior, se encuentra que, para una merma promedio nacional del 21,5%, la región en la cual fue más impactante es el NEA, con 49%. Las restantes oscilan entre un 10% de baja, en el centro de Buenos Aires y un 22%, en el sur de Córdoba, observándose un promedio del 18% de caída en el suroeste y sudeste de la provincia de Buenos Aires, principales zonas girasoleras.
Según un artículo de la página Regionnortegrande.com, la combinación de políticas agropecuarias inadecuadas (tales como sostener un nivel de retenciones -32% para la materia prima-, que pudo haber sido consistente con el valor de U$S/tn 1400 para el aceite en Rótterdam -noviembre de 2007-, pero ya no lo es con los precios actuales) y la sequía, redundan en un negocio-girasol de exportación 45% más bajo. Para este cómputo, se comparan las cantidades de semilla, aceite y pellets exportados en la campaña pasada con las potenciales a exportar en la presente, suponiendo que se mantenga un consumo interno de aceite de aproximadamente 400.000 toneladas, cifra similar a la de los dos últimos años. Con las cantidades vendidas el año pasado y los precios actuales, se obtendrían 1.111 millones de dólares. Con los mismos valores y empleando las cantidades teóricas de 2009, apenas se alcanza a los 611 millones de dólares. El resultado también resulta magro para el Estado, ya que por Derechos de Exportación, y empleando los mismos supuestos de cálculo, se pasa de 332 millones de dólares a 184, es decir un 55% menos.
A título de referencia comparativa, conviene señalar que datos del INDEC, para los once primeros meses de 2008, revelan exportaciones del complejo por 1606 millones de dólares, que representan 2,4 veces las de similar período de 2007 (664 millones). Claro que esto se dio gracias a la burbuja de precios y al fracaso de la cosecha 2007-08 en el Hemisferio Norte. Obsérvese que estaríamos, de concretarse la exportación teórica mencionada, bastante por debajo de las ventas previas a la burbuja.
Precio del aceite
Comienza a verse, en el Hemisferio Norte, la digestión de las cosechas récord de Europa Central y del Este. Aunque se ha devaluado el Euro, en los últimos días, y por ende es más caro importar, parece claro que los precios del pasado mes de diciembre constituyen un piso, principalmente para el girasol, pero también para los aceites competidores.
En la comparación histórica, el valor del cierre de hoy, para el aceite de girasol en Rótterdam, supera exactamente en un 20% al promedio de los años 1997-2006 (pre-“burbuja”), ajustado por la inflación de los Estados Unidos. Vale decir que el actual (U$S/tn 830) empieza a ser un buen precio, que sube U$S 5 para el período abril-junio, de ingreso al mercado europeo, de la nueva oferta argentina. |
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