Ninguna defensa nacional como la de la soberanía de su territorio en las islas Malvinas, es tan cara al sentimiento de los argentinos que debieron soportar el derramamiento de sangre de sus hijos y las continuas intromisiones del Reino Unido. Hoy se debe soportar la presentación realizada por la representación inglesa ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, a través de la cual pretende arrogarse competencias sobre la plataforma continental que por derecho propio le corresponde a la Argentina.
La Cancillería consideró que “la insistencia británica” en el área “resulta inaceptable e inadmisible por corresponder el ejercicio de tales competencias únicamente al Estado soberano: la República Argentina”. El Gobierno argentino objetará formalmente ante la Comisión la actual iniciativa del Reino Unido y cualquier otra que procure extender su ocupación ilegal de parte del territorio nacional argentino.
No es por medio del uso de las armas que se debe librar esta batalla, en esto hay que aprender de los errores del pasado sosteniendo la firmeza del reclamo con la convicción que otorga el hecho de tener de nuestro lado la razón de nuestra postura.
Las Naciones Unidas están llamando a las partes, a reanudar, a la brevedad, las negociaciones bilaterales para encontrar una solución pacífica, justa y duradera a esta anacrónica disputa. Pero es del lado del Reino Unido donde se debe poner el acento puesto que ha venido negando reiteradamente la posibilidad siquiera de considerar el tema soberanía con la Argentina.
La ilegítima ocupación británica de parte del territorio nacional argentino es una deuda que el mundo entero tiene para con el derecho internacional directamente relacionado con los derechos de los ciudadanos argentinos a obtener justicia en cuanto a la usurpación de parte de su territorio.
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