Lluvias de escasa intensidad cayeron en zonas agrícolas azotadas por la sequía y no logran aún revertir la situación, que es muy crítica ahora para la siembra de trigo. Las zonas más necesitadas de agua para sus suelos son el sur bonaerense; las provincias de La Pampa y San Luis, y parte de Santa Fe y Entre Ríos.
"Fueron precipitaciones muy ligeras y superficiales, que apenas mojaron el suelo", dijo a LA NACION el profesor en Climatología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires Eduardo Sierra.
Donde desde hace rato se necesitan 150 milímetros "hubo lluvias de unos 20 milímetros", agregó el climatólogo.
En el sudoeste bonaerense, la zona más afectada, se registraron en el área Villalonga-Stroeder, partido de Patagones, 12 milímetros. En tanto, en el partido de Adolfo Alsina -al centro-oeste- llovió 27 milímetros en Carhué, 26 en Rivera y 27 en San Miguel Arcángel. En la zona serrana la lluvia más importante se registró en Coronel Pringles, con 20 milímetros.
En La Pampa, las lluvias llegan tarde para la siembra del trigo. Sin humedad en el suelo se complicará la campaña, pese a que en las últimas horas se registraron, en promedio, precipitaciones de 20 milímetros.
En San Luis, con una leve llovizna, niebla y frío, los habitantes de la provincia aún esperan las precipitaciones que permitan reactivar la producción agrícola. La marca deseada deberá ascender a 150 milímetros durante este mes.
En Santa Fe se registraron lluvias en la zona central, pero de escasa intensidad. En los departamentos La Capital, San Martín, San Gerónimo y Las Colonias, las precipitaciones no superaron los 10 milímetros.
Por último, el registro de lluvias en Entre Ríos ha sido dispar, con una marca de sólo 3 milímetros en la capital provincial y las localidades cercanas. En el Sur los registros llegaron a 13 milímetros.
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