La construcción de represas hidroeléctricas de Jirau y San Antonio sobre el río Madera, en el lado brasileño está atentando contra medio ambiente y la salud de los bolivianos, según se reveló ayer, después de una reunión sostenida entre miembros de la Comisión de Desarrollo Sostenible de la Cámára de Diputados, el viceministro de Relaciones Exteriores Hugo Fernández Araoz y el viceministro de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático, Juan Pablo Ramos.
En el marco de las competencias y atribuciones conferidas por el artículo 70 de la Constitución Política del Estado y 141 del Reglamento General de la Cámara de Diputados, la mencionada Comisión convocó a las autoridades para que presten informe sobre esta anomalía que acontece en la frontera con la República de Brasil.
DENUNCIAS
“Hemos recibido varias denuncias de instituciones ambientalistas sobre el impacto negativo ambiental que está ocasionando en el Norte y Noroeste boliviano la construcción de estas dos represas hidroeléctricas sobre el río Madera, en el lado brasileño, porque está afectando no sólo a nuestra fauna y flora sino que se teme que también provoquen inundaciones permanentes que afectarán la producción de castaña y agrícola de la región, ocasionando a la vez problemas de enfermedades como el dengue, malaria y otros. Razón por la cual hemos convocado a estas dos autoridades para que informen sobre el problema de aguas transfronterizas, ¿desde cuándo se iniciaron las obras de estas represas por parte del Gobierno brasileño?, ¿cuándo han sido identificados por nuestro Gobierno?, ¿se han solicitado estudios de impacto ambiental para la construcción de las mismas y si estas obras cuentan con las licencias respectivas de ambos Estados, tratándose de aguas internacionales?” informó e inquirió la presidenta de la Comisión de Desarrollo Sostenible de la Cámara de Diputados, Claudia Paredes.
DETALLES
El río Madera nace en territorio boliviano en la comunidad de Villa Bella (Pando), en la Cordillera de los Andes y es formado por los ríos Madre de Dios (Perú-Bolivia), Beni (La Paz-Beni), y Mamoré (Cochabamba, Potosí, Santa Cruz y Beni) y los proyectos San Antonio (que se encuentran a 190 kilómetros de la frontera del departamento de Pando y Jirau a 84 kilómetros) son parte del Programa de Aceleración del Crecimiento, en que Brasil invertirá hasta 2010 más de 250 mil millones de dólares en la construcción de infraestructura energética, incluidas las dos represas.
LAS REPRESAS
Las represas Jirau y San Antonio pueden generar y abastecer con suficiente energía a todo el Brasil y se informó que el Gobierno brasileño aprobó el pasado 11 de agosto de 2008 la licencia ambiental, último requisito que faltaba para el arranque de la construcción de la Central Hidroeléctrica de San Antonio en el río Madera, cerca a la frontera con Bolivia, en la zona amazónica con el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente de ese país, cuyo principal beneficiario es el consorcio formado por las ingenierías brasileñas Odebrecht y Furnas |
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