La lluvia no da tregua en la Cordillera. Un bloque de medio metro de barro cubría ayer la calzada de la ruta nacional 40, a la altura del lago Guillelmo, después de dos desmoronamientos que cortaron el tránsito. En Bariloche y El Bolsón hay casas inundadas, decenas de personas evacuadas y parajes rurales aislados.
Sobre la zona oeste de Río Negro pesa un alerta meteorológico.
Desde hace una semana que persiste un temporal de lluvia que, en las últimas horas, incrementó su intensidad y provocó serios inconvenientes que continuarán hasta mañana, cuando está previsto que mejoren las condiciones meteorológicas, según pronostica el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La ruta nacional 40 fue afectada por dos aludes ayer por la mañana, unos 45 kilómetros al sur de Bariloche, donde el desmoronamiento afectó a dos camiones que circulaban por la zona y provocó heridas leves a cuatro personas que viajaban en esos vehículos.
El tránsito entre El Bolsón y San Carlos de Bariloche permanece bloqueado por la presencia de barro sobre la calzada y el peligro de más desmoronamientos, según informó la Gendarmería Nacional.
El camino por Siete Lagos y el trayecto al cerro Tronador están intransitables y se emitió un alerta por presencia de barro para quienes transiten por la ruta 40, entre Esquel y El Bolsón.
En El Bolsón se registran los mayores inconvenientes por los 100 milímetros de agua caídos en las últimas 24 horas, que derivaron en la evacuación de 60 personas y 150 viviendas, que están afectadas por el desborde de ríos por la gran cantidad de agua caída.
Hugo Fernández, coordinador del Comité de Emergencia local, explicó a LA NACION: "La situación es tensa. Esperamos a la madrugada una nueva precipitación, lo que complicaría la situación aún más".
En tanto, unas 200 personas del paraje Manso Inferior quedaron aisladas por el desborde de los ríos Manso y Foyel, que bloquearon los caminos rurales, y otras 12 familias están aisladas en cercanías de El Bolsón, por el desborde del río Azul, informaron fuentes oficiales.
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