El fuerte operativo de control realizado tiempo atrás por el Ente Regulador del Servicio de Agua y Cloacas de la provincia (Ersac) en el que se habían detectado entre 30 y 40 tomas clandestinas en el acueducto Estación Simbolar-Añatuya, comenzó a mostrar sus frutos, ya que de los tres millones de litros de agua diarios que se llegaron a proveer antes de ese control, ahora el caudal se mantiene entre 3.300.000 y 3.400.000 litros.
Así lo confirmó en diálogo con el liberal, el titular del organismo de control, Juan Domingo Roitman, aunque de todos modos indicó que esa cantidad de agua no es la ideal todavía. Aseguró además que estos controles siguen realizándose en forma conjunta con personal de la empresa prestadora del servicio de agua potable.
El funcionario consideró que debido a los fuertes calores y a la gran sequía, “la gente cometía excesos”, y que habrá “que seguir subiendo el caudal para poder abastecer correctamente”, teniendo en cuenta especialmente que este acueducto lleva agua hasta grandes ciudades como Añatuya, “donde el problema de abastecimiento de agua es grave”.
“El control que se hace es permanente, porque la situación es delicada y necesitamos asegurar la provisión de agua a Clodomira, Suncho Corral y Añatuya, principalmente que es uno de los que mayores problemas tiene. Se sigue viendo que no haya conexiones clandestinas ni pérdidas, y en este sentido, las zonas más críticas son entre Estación Simbolar y Clodomira, y entre Clodomira y La Cañada”, amplió el funcionario.
Indicó que incluso desde la Unidad Ejecutora de Riego se recibe colaboración, ya que en lugares alejados de la línea por donde van los caños principales del acueducto, existen grandes campos o montes, y algunas pérdidas no se pueden detectar.
“La semana pasada, personal contratado por la Unidad Ejecutora para limpiar un canal de drenaje, informó sobre una pérdida y se comprobó que era una manguera que salía del acueducto y que estaba rota, por lo que en forma urgente la hicimos reparar”, especificó.
Respecto de los trabajos que se realizan para garantizar la normal circulación de agua por las cañerías principales, dijo que en el tramo comprendido desde La Cañada hacia el sur, un tramo también de constantes pérdidas o robo de agua, se están realizando mediciones.
“Le hemos pedido a la empresa prestadora que coloque un caudalímetro, para que mida cuánta agua pasa por un determinado lugar, si pasa menos de lo que debiera, habría que revisar hacia atrás para ver dónde está la pérdida o si hay una conexión clandestina grande que no la hemos detectado hasta ahora, pero que pudiera existir. Pero todo está muy crítico, y con la tremenda sequía que hay, mucha gente se ve obligada a cometer algún delito”, consideró finalmente Roitman.
En estas zonas del departamento Banda, de muchas de las conexiones clandestinas que existían se extraía agua no sólo para consumo humano, sino también para dar de beber a animales o incluso para utilizarla en los tabiques, según se comprobó.
Los funcionarios encargados del control de esta situación, consideran que existen conexiones ilegales realizadas con elementos técnicos de mayor complejidad, lo que les impide poder detectarlas.
En muchos casos, se detectaron tomas ilegales que tenían una extensión de entre 150 metros y dos kilómetros.
El acueducto tiene casi 200 kilómetros de extensión. Entre las poblaciones más importantes ubicadas en su recorrido se encuentran: Estación Simbolar, Clodomira, Suncho Corral, Matará y Añatuya, además de pequeños parajes.
Foto: Archivo Programa Infoagua
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