"Los caños de agua potable están puestos desde hace casi cuatro años. Los colocó la Municipalidad pero nunca se completó el trabajo y seguimos recibiendo el agua de un camión municipal que viene una vez a la semana", explica Antonio Esquivel, vecino del carril San Pedro, una zona rural al norte de la ciudad de San Martín, en el distrito de El Central.
El carril San Pedro es un camino de tierra en donde hay algunas fincas y también las viviendas de más de cien familias. Todos allí tienen el mismo problema: por la calle pasa un caño que debería llevar agua potable, pero como la conexión final a la red de la zona nunca se hizo, los vecinos no tienen agua y deben esperar a que la comuna se las acerque en un camión, para luego descargarla en tanques o tachos.
"El agua es potable hasta que llega a las casas, pero imagínese que tenerla en baldes o tachos que muchas veces no tienen tapa termina por ensuciarla. Igual eso es lo que tomamos, con lo que cocinamos y nos bañamos", dice Eduardo González y la gente cuenta que en el verano el tema se complica y que muchas veces tienen que lavar la ropa o sacar agua para bañarse de un canal de riego que pasa por la zona.
Protesta vecinal
El martes, un grupo de vecinos se cansó del asunto y como protesta realizó un corte de ruta en el carril Chimbas, que pasa cerca de allí, pero la medida debió ser levantada un rato después por orden de la policía.
"Esto no es contra el intendente ni contra nadie, estamos pidiendo que nos habiliten el servicio. Acá nadie quiere que le regalen el agua porque vamos a pagarla, incluso muchos vecinos ya han comprado los medidores", dice Rosa Agüero, y agrega que el problema se complica porque "en la zona hay muchos niños. Uno puede aguantar la situación pero los chicos no tienen por qué sufrir un problema innecesario".
Para el próximo lunes está anunciada una reunión en la intendencia y la gente espera tener una respuesta definitiva: "Ya nos cansamos del tema. Antes de las elecciones siempre vienen y aseguran que por fin tendremos agua potable, pero seguimos igual. Si no hay una respuesta la semana que viene volvemos a cortar la ruta", adelantaron.
El secretario de Gobierno de la comuna de San Martín, Oscar González, señaló que el problema de la falta de agua potable en el carril San Pedro tiene "tres actores fundamentales y la comuna es sólo uno de ellos, porque también está el EPAS y la Unión Vecinal El Central, que es el operador de agua en la zona".
Según explicó el funcionario municipal, el agua para el carril San Pedro tendría que llegar desde un pozo que está sobre calle Mendoza, a unos 700 metros. La perforación es administrada por la Unión Vecinal El Central, que se encarga de llevar el agua a decenas de familias de la calle Mendoza y de un sector del carril Chimbas.
"Cuando pusimos los caños en el 2005 teníamos un estudio de factibilidad del operador de la zona que decía que no habría problemas en agregar ese sector a la red", dijo González y siguió: "Pero después surgieron problemas y ahora hay un informe del EPAS que dice que para realizar la conexión entre la calle Mendoza y el carril San Pedro, hay que poner caños por un diámetro mayor para que no pierda presión toda la red".
Sin embargo, los técnicos de la Municipalidad no creen que eso sea necesario y calculan que alcanza con armar una nueva salida desde el pozo que sólo alimente al carril San Pedro. "Vamos a tener una reunión este lunes con el EPAS para tratar de acordar criterios y avanzar en una solución. Todos queremos llevar agua a esa zona, imagínese que para la comuna trasladarla en un camión no sólo es caro sino insalubre", cerró el secretario de Gobierno.
Beber del canal
Los vecinos del carril San Pedro cuentan que en el verano la falta de agua potable se hace sentir con fuerza y que por eso, muchas veces beben el agua que viaja por el canal de riego ubicado a un costado de la calle.
"El calor hace que todos precisemos más agua pero la comuna sólo envía un camión por semana, y entonces utilizan agua del canal", cuenta Antonio Esquivel. El agua de riego es usada para lavar la ropa y bañarse, aunque también para tomar.
"El problema es que en los últimos tiempos el agua del canal cambió y de ser transparente y clara, ahora viene muy turbia. Incluso a veces se encuentran animales muertos y es por eso que la gente ya casi no la ocupa para beber", dice el hombre y agrega que "bañar a los niños más chicos con esa agua suele traer problemas en la piel.
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