"Todo lo que estamos recuperando es por la naturaleza, que así como nos perjudicó antes, ahora nos beneficia". Así razona Héctor Rey, un productor de Diego de Alvear cuyo campo familiar de 610 hectáreas está casi entero bajo el agua desde hace 20 años. La estación de bombeo Alternativa Norte, ubicada en esa localidad, no funciona desde hace nueve meses, y la bronca de los productores, como Rey, crece: la laguna bajó 50 centímetros pero por efecto de la sequía, y hubiese descendido 70 centímetros más si las bombas hubiesen funcionado tirando cinco metros cúbicos por segundo. Se esperan tiempos de lluvias, así que el panorama es aún más preocupante. Y por si fuera poco, las herramientas y bienes que afloraron con la bajante caen en manos de ladrones.
La Asociación de Productores Rurales del sur de Santa Fe solicitó en varias oportunidades y sin éxito una audiencia con el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio. Hace un año exactamente, el funcionario estuvo junto con sus colaboradores en una reunión que se llevó a cabo en el Centro Cívico de San Gregorio. Fue allí donde el mismo Ciancio se comprometió frente a los productores inundados "a venir periódicamente para conversar sobre los avances de esta situación, porque queremos trabajar sobre una base de consenso, discutiendo el problema".
"El Picasito". Sin embargo, desde octubre del año pasado a julio de este año, la estación sólo funcionó diez días. Algunos productores dicen, con sentido del humor, que nació "El Picasito", ya que "en la laguna hubo un alumbramiento", en obvia alusión a los nueve meses de espera.
Hay una obra inconclusa, de un canal aductor que vaya al encuentro de las aguas, ya que la sequía las alejó de la estación de bombeo. Pero no hubo limpieza del cuenco, y las bombas están metidas en el barro, abandonas y, obviamente, sin funcionar.
Los productores dicen que "el convenio para la limpieza del cuenco está desde hace cuatro meses, pero todavía no se movió una pala. Espanta la famosa burocracia santafesina y la inmovilidad de los funcionarios", se quejan. Para los expertos técnicos, las obran debieron llevarse a cabo en conjunto; es decir, el canal aductor por un lado y la limpieza del cuenco, por el otro. De lo contrario —afirman— se está frente al "típico caso de la frazada corta".
Para colmo... Según algunos pronósticos, muy probablemente septiembre sea un período de fuertes lluvias, con lo cual se perdería una parte de lo ganado a las aguas de La Picasa. Si se le ganara un metro a la laguna con las bombas funcionando, cualquier campo recuperado soportaría mejor un periodo húmedo. Un metro recuperado significa 3 mil hectáreas de campo liberadas.
Para colmo, y como si algo le faltaba a la situación de los productores inundados desde hace entre 10 y 20 años, al bajar las aguas comenzaron a aparecer los despojos de los galpones, viviendas y corrales inundados, que no tardaron en ser objeto de saqueos.
La reacción de los productores damnificados no se hizo esperar: en cada tranquera sobre el denominado "camino de La Elisa", en el distrito de Diego de Alvear, se pueden ver entre dos y tres candados. Y el viejo trayecto de tierra de la ruta Nº 7 que unía las localidades de San Gregorio y Aarón Castellanos, directamente pusieron una tranquera con cadena y candado a unos 200 metros del agua. Santo remedio.
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