Un total de 307 muertos y 113 desaparecidos y miles de viviendas y zonas de cultivos destruidas es hasta ahora el saldo en China de las intensas lluvias e inundaciones de la actual temporada.
Según cifras oficiales, las inundaciones arrasaron con unas 26 mil casas y con cinco millones 330 mil hectáreas de cultivos, para unas pérdidas económicas directas estimadas en seis mil 800 millones de dólares.
Todos los años el aumento de las temperaturas en China trae aparejado el incremento de las precipitaciones y de las tormentas, sobre todo en las provincias meridionales.
Según Zhang Zhitong, de la Oficina Estatal para la Prevención de Inundaciones y Alivio de la Sequía, en 2009 el país se preparó desde comienzos de abril para enfrentar los destrozos, acompañados de inundaciones, deslaves y torrentes de lodo y rocas.
El funcionario indicó que tan sólo desde el pasado 24 de julio, el mal tiempo causó la muerte a 70 personas, en tanto que otras 51 están desaparecidas en las provincias de Sichuuán, Hunán, Anhui, Jiangxi, Guizhou, Yunnán, Guangxi y el municipio especial de Chongqing.
En total se calcula que unos 130 ríos de la nación asiático han sobrepasado en las últimas semanas el nivel de alerta.
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