La boleta del agua potable y cloaca comenzará a llegar, a partir de septiembre próximo, casi un tercio más cara. Es que ayer OSSE oficializó el tercer aumento de tarifas en poco más de un año y medio, bajo el argumento de hacerle frente a la inflación, que impactó en los costos de materiales y mano de obra de la empresa estatal. Este nuevo incremento afectará al total de los 144.000 usuarios. Pero no será el mismo porcentaje para todos: habrá un aumento promedio del 28 por ciento para el 90 por ciento de los usuarios, agrupados en las categorías "normales"; y el resto tendrá porcentajes distintos de incremento, menores para jubilados y carenciados, mayores para empresas e industrias, dentro de las categorías "diferenciales" (ver infografía).

Según detalló ayer Adrián Cuevas, presidente de OSSE, el aumento del 28 por ciento implicará pagar alrededor de 6,30 pesos más por mes, sin incluir IVA. Y eso se verá en la boleta de septiembre en adelante, porque será aplicado desde el cobro del servicio de agosto.
OSSE se encarga de otorgar los servicios de agua potable y cloaca, pero también de tercerizar trabajos de reparaciones, reconexiones, arreglo de pavimento y otros. Según Cuevas, un estudio de costos que abarcó de enero de 2008 a junio de 2009, determinó que a la empresa todos sus costos le habían aumentado un 40 por ciento promedio, en un contexto de obras valuadas en unos 50 millones de pesos para todo el 2009.
Entonces parte de ese impacto inflacionario será absorbido por los usuarios, con el nuevo aumento. Y la diferencia será contrarrestada con "menos horas extra y reformulación de actividades cotidianas en la empresa", dijo el funcionario.
La tarifa del agua había sufrido un aumento de casi 30 por ciento, tras 14 años estancada, en diciembre del 2007. Luego hubo uno en octubre del 2008, del 16 por ciento, pero sólo para los usuarios de cloacas, de modo de aprovechar esa mayor recaudación para las obras en el sistema cloacal.