La provincia de Santa Fe es una de las que más ha sufrido estos dos últimos años de sequía que aportó el fenómeno climático La Niña y que asoló el Nordeste argentino y sur del Brasil.
La crónica diaria ha registrado la secuela de pérdidas en la provincia: cultivos dañados, siembras que no se hicieron, planteles ganaderos diezmados y mal vendidos. Además, ha cobrado algunas vidas humanas de productores en el norte santafesino, por tener que hacer frente a situaciones que menguaron sus fuerzas.
Ayer, el ministro de la Producción, Juan José Bertero, deslizó en la reunión de la Multisectorial para el Empleo, que el fenómeno había dejado pérdidas materiales por 5.000 millones de pesos.

Desde la investigación
El mes pasado, el Instituto de Clima del Inta de Castelar informó que a partir de agosto se iba a comenzar a normalizar “paulatinamente” el régimen de lluvias en la zona del Litoral. En los ámbitos científicos y de estudio se está siguiendo muy de cerca este nuevo proceso de calentamiento del Pacífico, de la formación de un nuevo Niño, pero todavía no hay previsiones sobre su intensidad. Recién para setiembre se tendrá una proyección para las regiones Pampeana y Litoral, es decir sobre el carácter que tendrán las lluvias.
Una nota firmada por Laura Plitt, en BBC Mundo-Medio Ambiente, sostiene que tras registrar un aumento constante durante seis meses en las temperaturas de la superficie marina del Océano Pacífico Central, “la Agencia Nacional y Atmosférica de Estados Unidos (Noaa), confirmó el inicio del fenómeno climatológico conocido como Niño”. La periodista agrega que cuando esto ocurre en la zona ecuatorial del Pacífico, “afecta el clima de todo el mundo y es para muchos una señal de alarma”.
Laura Plitt, al igual que los investigadores de Inta, Salto Grande y de universidades consultados, consideran que aún es temprano para predecir si El Niño cobrará una fuerza semejante a la que adquirió en 1997/98 en nuestro país, “pero -dice- los pronósticos de la Noaa reflejan un consenso sobre el crecimiento y desarrollo de esta anomalía”
La columnista de la BBC cita a Michelle L “Heureux, de la Noaa, quien estima que se dará “de débil a moderado” hasta el otoño de 2009 en el hemisferio norte (es decir en nuestra primavera) con posibilidades de fortalecimiento a partir de entonces. Las condiciones serán más húmedas en la costa este de América del Sur, Ecuador y norte de Perú que lo sentirán entre enero y abril de 2010; Uruguay y Noreste de Argentina y el sur de Brasil, entre noviembre de 2009 y febrero de 2010”.
La BBC afirma que las previsiones para el continente americano aún son vagas.

“Hay que pasar agosto”
El Ing. Eduardo Flamenco del Inta Castelar, ante la consulta de El Litoral, confirmó que “hasta ahora se está ante un leve calentamiento del Pacífico”, pero que era apresurado pronosticar con qué intensidad sus consecuencias llegarán al Litoral
El investigador consignó que en setiembre, mediante la aplicación de “un modelo” tomando como base el Puerto de Corrientes, se podrá tener una previsión de la influencia de este nuevo Niño, por ejemplo sobre el río Paraná. El científico recordó que este curso de agua está bajo, por lo que de no ser muy intenso el fenómeno llevaría a la recuperación de los caudales de años anteriores y no necesariamente producir desbordes.
“Para un pronóstico se deberá pasar agosto y observar cómo evoluciona el calentamiento del Pacífico”, remató.
El conocimiento anticipado de la información científica permite a los gobiernos tomar las decisiones conducentes al resguardo de las personas y de sus bienes, y planificar la economía para las regiones que puedan afectarse..
Queda claro que la información suministrada por la Noaa ya es conocida en centros neurálgicos para el estudio del clima en la Argentina. Ello aporta margen de tiempo para la prevención en todos los órdenes.