Más de cien millones de litros de residuos cloacales sin ninguno o con un escaso tratamiento, se vuelcan diariamente en los distintos afluentes que conforman la cuenca del río Negro y junto con los desechos químicos se constituyen en las principales fuentes de contaminación.
A primera vista aparecen los gobiernos como responsables de la situación, ya sea por la falta de las inversiones necesarias para que todos los desechos sean tratados antes de llegar a los ríos o lagos, como por la ausencia de políticas educativas que lleven a la sociedad tomar conciencia de que es la principal perjudicada por esta situación.
Los propios vecinos, ya sea en forma particular o a través de industrias son los que colaboran activamente para que la salud del río se vea cada vez más amenazada.
Es que a la contaminación provocada por los líquidos cloacales se suma la que generan los desechos industriales que también se arrojan desaprensivamente a canales y desagües que desembocan en el río.
La contaminación del río es mayor y queda a la vista cuando los caudales son más bajos, ya que la concentración de aguas servidas es mayor.
Además, cuando la erogación de las distintas represas aumenta, los desechos, como botellas, plásticos o papeles que los propios vecinos arrojan vuelven hacia las costas generando nuevos focos contaminantes.
Mientras que en algunas ciudades la rotura o el robo de elementos han dejado a las plantas de tratamientos cloacales sin funcionar, en otras las dificultades generadas por su mal funcionamiento tardaron años en solucionarse.
Algunas localidades envían a los ríos el total de los desechos cloacales sin ningún tratamiento previo, ya que carecen de las plantas específicas, mientras que otras, como Neuquén capital, derivan más del 60 por ciento debido a que las plantas no alcanzan a procesar el total.
Neuquén, al ser la ciudad de mayor envergadura de la región es también la mayor "aportante" para un problema que no tiene una solución al menos en tiempos cercanos. Desde hace algunos meses las calles de algunos barrios cercanos a una de las plantas se vieron inundadas de líquidos cloacales debido a la falta de capacidad para absorber lo producido en las redes.
En el otro extremo del río, Viedma, la situación no ha sido muy distinta: desde noviembre de 2007 deriva los líquidos sin tratar debido a distintas roturas, que generaron incluso presentaciones ante la justicia.
Uno de los casos más llamativos es el de Allen, la primera ciudad en tener una planta de tratamiento en la región. Allí, los constantes robos y destrozos la llevan a estar largos períodos funcionando sólo parcialmente.
En Roca la situación parece haber mejorado en cuanto al tratamiento de líquidos cloacales, por el buen funcionamiento de la planta depuradora construida cuatro años atrás. El municipio, construye otra planta que permitirá llevar las cloacas a los vecinos del oeste de la ciudad.
En tanto, el río espera que la mano y la conciencia del hombre eviten su destrucción.
Bariloche, con problemas de crecimiento
La planta de Bariloche tuvo un costo aproximado a los 8 millones de dólares, inversión realizada por la Cooperativa de Electricidad Bariloche, la encargada de operarla. Recientemente se terminaron obras de readecuación por unos dos millones de pesos, trabajos afrontados con recursos de la provincia de Río Negro.
En ella se procesan en promedio 23.500.000 litros por día y los vuelcos sin tratamiento se producen eventualmente durante eventos de lluvias y reparación de colectores, representando en promedio el 1.5 % del volumen tratado anualmente.
Cabe recordar que el crecimiento explosivo de la ciudad hace que la planta quede chica y asimismo hay numerosos barrios que no están conectados a dicha planta. También se derivan hacia ella aguas de lluvia, pues el sistema de efluentes cloacales suele ser inundado por el agua de las calles.
El caño colector cloacal del oeste está superado y debería cambiarse, pero no hay presupuesto. Por ello, cada tanto se rompe y se producen derrames al lago. Los otros derrames se producen en días grandes lluvias, cuando la planta no da abasto y se derivan líquidos crudos al lago.
La CEB realiza la operación y el mantenimiento del servicio. Según el último balance aprobado (2007-2008), el costo por esos conceptos asciende a 3.880.090 pesos, aunque en allí no se incluyen gastos de administración ni amortizaciones.
En Cipolletti, el 50% va al río
Desde que se inauguró, hace casi tres años, la planta de líquidos cloacales de esta ciudad trata el 50 % de los efluentes. Actualmente se están construyendo las piletas restantes que permitirán procesar la totalidad de los desechos.
Sin embargo, la obra es cuestionada por los habitantes cercanos a las piletas de oxidación por el fétido olor que producen las que actualmente están funcionando. La escasez de aireadores, la ausencia de un cerco perimetral en buenas condiciones, la falta de árboles que mitiguen la contaminación y algunas filtraciones fueron denuncias insistentes desde comenzó a funcionar a fines de octubre de 2006.
La operación está a cargo de Aguas Rionegrinas, que es la prestadora del servicio. Según informó el representante local, Fabricio Sánchez, en las lagunas de estabilización se tratan 400 m3 por hora de líquidos cloacales que "representa el 50% de los líquidos que evacua la ciudad". El resto se vuelcan crudos "a un brazo del río Neuquén arriba de la Confluencia", explicó.
La planta, de acuerdo con el proyecto inicial, tendrá -una vez finalizadas todas las lagunas- capacidad para absorber los efluentes de una población cercana a los 126.500 habitantes.
En cuanto al personal necesario para su funcionamiento, hay un encargado y dos empleados por turno, además de los servicios adicionales de seguridad.
La construcción de la obra estuvo a cargo del DPA
En Regina sólo hacen un trabajo parcial
Villa Regina cuenta con un sistema de tratamiento de los líquidos cloacales por decantación natural, es decir que no cuenta con un equipo de oxigenación para tratar los efluentes.
Las piletas ubicadas en el Parque Industrial sólo permiten que se decanten los residuos sólidos del agua, las que luego son arrojadas a un desagüe, que descarga en el arroyo Salado, y desde allí van a parar a las aguas del río Negro. El sistema de tratamiento de los líquidos cloacales se construyó en la década del 70, es decir que tienen prácticamente 40 años.
El sistema de impulsión ubicado en el barrio Belgrano, al cual confluye el 80% de los líquidos cloacales de toda la ciudad, bombea unos 60 mil litros por hora, aunque su funcionamiento no es constante, sino que tiene un sistema de parada automático cuando el pozo que recibe los efluentes tiene bajo nivel de agua.
De las cuatro piletas, sólo dos están en funcionamiento. Para una de las que está fuera de servicio, se están gestionando fondos que permitan hacer un trabajo de impermeabilización, dado que los líquidos se filtraban y generaban problemas a un galpón de empaque situado a pocos metros del lugar.
La segunda, en los últimos días fue sacada de servicio para poder secarla, y retirar los residuos sólidos decantados
En Roca construyen otra planta y Allen sufre el vandalismo
Los líquidos cloacales que día a día erogan los habitantes de Roca son tratados, hasta ahora, por una sola planta ubicada en Stefenelli. En septiembre el municipio tiene previsto inaugurar una segunda planta depuradora en la zona oeste de la ciudad con la posibilidad de beneficiar a 25.000 vecinos.
La obra de Stefenelli fue realizada en conjunto entre ARSA y el Departamento Provincial de Aguas y en 2005 costó, según cifras oficiales, 3.819.853 pesos.
El ingeniero de la empresa Enrique Kamerbeek, aseguró que cuenta con una capacidad de tratamiento de 121.600 metros cúbicos (m3) por día, mientras que describió que durante el invierno se procesan alrededor de 700 m3 por hora, y en época estival la cifra casi se duplica y llega a los 1.300 m3 horarios.
Los gastos de mantenimiento incluyendo los salarios de los empleados van de 40 a 50.000 pesos por mes, de los cuales sólo 20.000 corresponden a erogaciones por energía eléctrica.
La otra planta depuradora se está edificando en J. J Gómez y proveerá del servicio de cloacas a vecinos de ese barrio, Alta Barda y Gauna, y se pretende beneficiar a 25.000 roquenses.
El proyecto fue financiado el Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamien- to, con un crédito de 4.500.000 de pesos, aunque el secretario de Obras y Medio Ambiente, César del Valle, adelantó que ya se invirtieron 5.500.000 pesos.
Por su parte Allen fue la primera localidad del Alto Valle en contar con una planta de tratamiento de líquidos cloacales, construida en 1972, pero el vandalismo ha puesto en jaque su funcionamiento.
En teoría, los líquidos tendrían que ingresar a una primera laguna para ser oxigenados y así evitar los malos olores. En la segunda laguna los líquidos se decantan y ya en la tercera salen por una cámara, lugar en donde se les debería incorporar cloro al 10 por ciento para eliminar las bacterias.
Pero en la primera laguna se robaron y destruyeron los aireadores y lo mismo sucedió con el tanque que almacena el cloro. Desde hace dos meses los líquidos se vierten al río sin recibir el proceso de clorificación.
En la planta de tratamiento de líquidos cloacales trabaja un solo operario, quien se encarga de desmalezar el lugar y controlar -cuando funciona el sistema - la incorporación del cloro en el proceso de salida de los líquidos. Para evitar que los vándalos alcancen el tablero de controles, un efectivo policial custodia el lugar durante la noche. Entre el salario del operario y los adicionales policiales, la planta tiene un gasto estimativo de 7.500 pesos mensuales, sin contabilizar los gastos de energía, cloro y de reposición de las luminarias que son destrozadas periódicamente.
Según indicó Laureano Tapia, responsable de ARSA, la planta de la calle Neuquén recibe por día más de 4 mil metros cúbicos de líquidos cloacales
Viedma genera residuos que no son procesados
Desde noviembre de 2007 se vienen produciendo constantes desajustes en la planta de tratamiento de líquidos cloacales, y por lo tanto, los efluentes se vierten al curso de agua natural sin el correspondiente procesamiento. Aguas Rionegrinas Sociedad Anónima anunció ayer la llegada de equipos electromecánicos recientemente arreglados con el propósito de reactivar la planta, aún cuando se vencieron los plazos otorgados por el Departamento Provincial de Aguas para su puesta en marcha.
El reciclado incluyó el cambio de motores por parte de la proveedora Oxisan a la que la concesionaria del servicio de agua potable y cloacas le echa la culpa por la tardanza. En consecuencia viene deslindando responsabilidades sobre la salida de servicios.
El gerente de Proyectos y Obras de la empresa, Norberto Ferro, explicó que fue necesario el refuerzo los equipos "aireadores" con el cambio de motores para asegurar el procedimiento de oxigenación del lodo. Este debe convertirse en líquido inocuo antes de ser escurrido al río Negro.
La ciudad genera residuos en un promedio de unos 800 metros cúbicos por hora. Aclaró que desde su salida de servicios fueron reforzados los controles de desinfección, determinándose hasta el momento "parámetros normales" en la zona que escurre hacia el curso de agua.
ARSA fue multada en mayo pasado con un total de 7.339,91 pesos a raíz de que no informó preventivamente sobre las fallas, según la resolución 672 del DPA. Días atrás, el ente regulador la había emplazado a reactivar el servicio el 25 de julio pasado pero se produjo un nuevo incumplimiento. Con ese antecedente inició un segundo expediente sancionatorio.
Ferro anunció que presumiblemente para setiembre próximo podría definirse la continuidad de los trabajos que faciliten el tratamiento en un ciento por ciento, y así evitar el volcado de líquidos crudos al río. |
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