El primer ministro Vladimir Putin se reunió hoy en Irkutsk, Lejano Oriente ruso, con el escritor ambientalista Valentín Rasputin (1937) para dialogar sobre los problemas ecológicos del lago Baikal.
Durante la plática, el jefe de gobierno ruso y el intelectual abordaron los peligros antropogénicos que amenazan al más antiguo y extenso espejo natural de agua dulce de la Tierra.
Putin encabezó la víspera en esa provincia una reunión especial dedicada a esta problemática.
En esa trató de tranquilizar a los ecologistas preocupados con la construcción del llamado Oleoducto Oriental, el cual llegará hasta las costas del océano Pacífico, pasando por territorio del Baikal, considerado una de las joyas naturales de Rusia.
La política de protección del medio ambiente debe constituirse en parte inseparable de la estrategia de desarrollo nacional del país, enfatizó el gobernante, quien aseguró que Moscú no escatimará dinero, y si es necesario cambiará la ruta del sistema de tuberías.
Mundialmente reconocido como uno de los más destacados representantes de la corriente denominada Prosa de la aldea, Rasputín vive y trabaja en su natal Irkust y encabeza el movimiento de investigadores y protectores del lago.
Más allá de un tema ecologista, su novela Adiós a Matiora, llevada al cine por Elem Klimov, aborda desde esa temática una tragedia cultural.
Durante la visita al Lejano Oriente ruso, Putin se sumergió en la parte más honda del Baikal a bordo del Batiscafo Mir-1 y estableció contacto radial con autoridades científicas cuando se encontraba en la profundidad máxima de mil 395 metros.
En la incursión de dos horas participó también el sumergible Mir-2 que, junto a su gemelo, se posó en agosto de 2007 en el fondo del Polo Norte y antes contribuyó a la filmación de Titanic, dirigida por James Cameron, película ganadora de 11 Oscares.
Con una edad estimada de 25 millones de años, el lago Baikal está ubicado en la parte sur de Siberia Oriental y ocupa una superficie de 31 mil 494 kilómetros cuadrados. Su longitud es de 636 kilómetros y su ancho de 80 kilómetros.
Este gigantesco embalse natural contiene un volumen de 23 mil kilómetros cúbicos de líquido, equivalente al 20 por ciento del agua dulce de todo el planeta y al 90 de las reservas hídricas de la Federación.
Los científicos señalan que especies de la flora y la fauna existentes aquí no se encuentran en ninguna otra zona del planeta.
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