La situación generada por la sequía se torna muy compleja en la localidad, ya que hace más de cuatro meses que no llueve en toda la zona del Chaco-santigueño. Si bien la situación es distinta al resto de la provincia, ya que la siembra es muy baja o nula por la mala calidad de la tierra, sí afecta en especial al ganado, que bebe de agua muy salobre debido a las bajas de las napas subterráneas.
Lo más grave radica en que muchas personas en los parajes dependientes de Taco Pozo no cuentan con agua para beber, ya que se abastecen en su mayoría de los aljibes de las escuelas rurales y de los puestos sanitarios que se encuentran sin el líquido vital. Tanto es así que el municipio de la localidad se encuentra abocado a ayudar a esta gente llevando agua para depositarla en los aljibes de estos entes públicos, para que a su vez los vecinos puedan contar con el agua para beber en estos inhóspitos y alejados parajes.
El frío quema el poco pasto del ganado y la tierra seca, mezclada con el viento norte, lo termina de fundir. Un cuadro desolador reina en la localidad ante este flagelo climático. Explicó el presidente del Concejo municipal, Alfredo Mercado, que “contamos con una gran extensión rural y en ella viven vecinos que directamente no cuentan con agua para consumo, porque sus pozos son muy salobres”. “Como podemos le llevamos agua y también descargamos el liquido vital en los reservorios de las escuelas y puestos sanitarios para otros la acarreen desde allí a sus domicilios”, agregó.
Así concluyó: “Atendemos a las 26 escuelas rurales, a los ocho puestos sanitarios y a más de 200 parajes y asentamientos de vecinos rurales, y también en la zona suburbana”. “Es todo un sacrificio, pero también un compromiso con esta gente ante las inclemencias climáticas”, finalizó. La preocupación es muy marcada en la sociedad tacopoceña por este cuadro desolador de sequía, que también afecta el trabajo de los ladrilleros que dependen del agua.
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