Los análisis físicos, químicos y microbiológicos realizados por el laboratorio del Ministerio de Salud (Minsa) en la provincia de Los Santos confirmaron la contaminación de origen fecal en el cauce del río Estivaná, principal afluente del río La Villa y donde se encuentra la toma de la potabilizadora Rufina Alfaro, que abastece de agua a más de 60 mil santeños.
Esta investigación del Minsa surge tras observarse, la semana pasada, una mancha de color negro en la cuenca en mención, así como diferentes especies acuáticas flotando muertas.
El coordinador de Calidad de Agua del Minsa en Los Santos, Alexis De la Cruz, informó de la contaminación del río Estivaná a la directora de la institución en esa provincia, Belinda Acevedo, en un informe fechado el 29 de julio de 2009.
Según el documento en mención, de los seis puntos de la cuenca donde se tomaron las muestras de agua, cinco contienen un elevado nivel de bacterias coliformes fecales y e-coli, lo que indica contaminación de origen fecal animal o humana.
Otro informe, elaborado por Israel Vergara, jefe de área de protección ambiental de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) en Los Santos, concluye que en una inspección al área se ubicó como posible fuente de contaminación al río Estivaná, la apertura de la laguna de oxidación que recibe las aguas servidas de un proyecto porcino.
En el recorrido realizado, indicó Vergara, se observó la existencia de una pala mecánica y de una tina de oxidación que parece haber sido abierta intencionalmente con el objetivo de verter los desechos sólidos y líquidos que contenía en el río.
Los desechos fueron vertidos en un canal pluvial de aproximadamente dos metros de ancho por 250 metros de largo, que va de la tina de oxidación hasta el río Estivaná. Todo ese material depositado en el canal fue conducido hacia el río Estivaná.
En su informe, el funcionario de la Anam agregó que a este proyecto se le ha solicitado una auditoría ambiental obligatoria desde el año 2006, sin que a la fecha se haya presentado documentación alguna.
El citado funcionario afirmó que igualmente existe un proceso en la oficina de Asesoría Legal de la Anam, por incumplimiento de los plazos para presentar el plan de auditoría ambiental.
Finalmente, Vergara recomendó remitir el informe a la oficina de Asesoría Legal de la Administración Regional de la Anam, a fin de que se investigue la posible comisión de una infracción administrativa ambiental, por el derrame de las aguas servidas y posible contaminación del río Estivaná.
En ese río también está ubicada la toma de la planta potabilizadora de Llano de Piedras, que suple de agua a más de mil 884 habitantes.
Como antecedente al nuevo hallazgo, están los exámenes realizados en los años 2005 y 2006 por el laboratorio de calidad de agua del Minsa en Los Santos, que detectaron la contaminación del río Estivaná por heces fecales provenientes de las lagunas de oxidación de las porquerizas, que vierten sus aguas sin control.
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