Un decreto firmado por la presidente de la Nación, Cristina Fernández puso en alerta a quienes ven en la fauna íctica como una alternativa turística. Es que el decreto 931/09 establece cupos de exportación para especies como sábalo, surubí, boga y tararira y, de acuerdo a lo manifestado por ambientalistas esto pone en jaque a la fauna íctica regional.
“Los frigoríficos no dejarán nada. Argentina es el único país del mundo que exporta recursos naturales de ríos interiores con alto valor deportivo y turístico”, afirma Hugo Gallo, ferviente defensor de la pesca.
Por su parte, Eduardo Basso del Pont, especialista en medio ambiente y residente goyano, ciudad donde se le rinde culto a la pesca deportiva del surubí, se mostró indignado por la decisión presidencial. Calificó como “groseras” a las medidas tomadas por Fernández de Kirchner.
El defensor del medio ambiente advirtió a El Litoral que con la vía libre a la depredación “van a quebrar el equilibrio ecológico del río”. En ese sentido, advirtió que existen por lo menos doce frigorífico que están depredando los ríos de la región y exportan sin pagar ninguna retención.
“Desde ahora permiten a los frigoríficos exportadores la depredación y exportación posterior de un recurso natural y turístico de enorme importancia en la cadena trófica y en la diversidad biológica. El sábalo tiene además importancia por ser el único enemigo o controlador de un pez exótico, la carpa, que actuará sin control, en desmedro de la cadena”, explicó Basso del Pont.
En ese marco, reveló que Argentina exporta por lo menos 35 mil toneladas de sábalo anuales. Las autorizaciones son por mucho menos cantidad, pero desde la Embajada de Colombia admitieron que reciben ese tonelaje por año.
Cabe recordar operadores turísticos, propietarios de cabañas y guías de pesca de Goya y Esquina denunciaron hace algunos años que frigoríficos de Santa Fe y Entre Ríos se llevaban indiscriminadamente peces de la zona. Con esta nueva norma podrán tirar sus redes y llevar los pescados sin importar la especie ni el tamaño.
En tanto, Basso del Pont detalló que en “Santa Fe exportan 4 mil toneladas, luego la Nación anexó a las 12 mil toneladas autorizadas, otras 2500, más 500 toneladas de tarariras y mil de bogas. Entre Ríos aumenta un 10 por ciento sus exportaciones, llegando a 8 mil toneladas”.
En tanto, la Fundación Proteger advierte que la extracción para exportación del sábalo oscila entre 60 y 80 mil toneladas anuales. De esa manera, contradice los números que da a conocer oficialmente el Senasa y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (Sagpya).
Aunque el panorama no es el mejor, Basso del Pont recomendó que Corrientes continúe con su política proteccionista del recurso íctico. “Debemos cuidar el recurso, crear estaciones de piscicultura y darle una salida turística”, expresó en diálogo con este matutino.
De cualquier manera, el decaimiento del recurso íctico es un hecho. En los concursos de pesca que se realizan a lo largo y ancho de la provincia se ve que los ejemplares extraídos, para su posterior devolución, ya no tienen los mismos tamaños que décadas anteriores y tampoco son tantos los que tienen la suerte de pescar un buen surubí, por ejemplo.
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