La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) continúa ayudando a comercializar los productos de miles de familias afectadas en Guatemala por la tormenta Stan de octubre de 2005.
Luego de asistir a las comunidades en la recuperación de su capacidad productiva, la FAO las apoya para que ingresen a los mercados locales.
El oficial técnico para América Latina del organismo, Luis Lobo, explicó que el objetivo es integrar la primera respuesta a la emergencia a una nueva fase que promueva la seguridad alimentaria.
Tras el paso de la tormenta, la FAO implementó en 2006 un proyecto de reconstrucción para apoyar a miles de familias damnificadas, y permitirles recuperar sus activos a los grupos más pobres en las cuencas del lago de Atitlán y el río Naranjo.
Cumplida la primera etapa, durante la atendió a más de 10.000 familias en 200 comunidades, la FAO inició este año la segunda fase, en la que busca fortalecer las dinámicas locales con énfasis en la producción intensiva agrícola y la producción artesanal.
El proyecto potenciará las estrategias productivas de las familias a través de transferencia tecnológica, capacitación y mejor acceso y utilización de los insumos. Además, mejorará las estrategias comerciales y de acceso al mercado, para obtener una mayor parte de los ingresos generados en las cadenas de distribución.