El domingo pasado, la paciencia de los vecinos del barrio El Condado, ubicado en el acceso norte de Cosquín, llegó a su límite cuándo un incendio forestal que fue sofocado con un gran despliegue de bomberos y aviones hidrantes, puso en peligro varias viviendas, ante la falta de agua en el lugar.
De esta forma hizo crisis un problema de larga data, que tiene su origen en un loteo que, en principio, no habría cumplido sus promesas de entregar con agua potable, alumbrado y cordón cuneta los 1.700 sitios que ofreció en venta. Con el tiempo, 90 familias se asentaron en el lugar, pagando – según denuncian– las consecuencias del incumplimiento. Los vecinos remarcaron a este diario su necesidad imperiosa de contar con agua potable y servicios básicos para el lugar.
La queja se manifestó con un corte parcial de la ruta nacional 38 y una posterior reunión con el intendente Marcelo Villanueva, que logró aplacar los ánimos y ofrecer una salida a la traumática situación.
"Hace tiempo que el municipio inició una acción judicial en contra del loteador, responsable de los servicios que debieron prestarse a los compradores de esos terrenos", enfatizó el intendente, quien aseguró que el municipio cuenta con una bomba de mayor capacidad funcional para optimizar el servicio de agua en es sector. También se comprometió a arreglar de calles y mejorar el alumbrado. Y como prevención ante posibles incendios forestales, anunció que se colocará una manga jirafa para provisión inmediata de agua a los camiones cisternas de bomberos.