Luego de que el Gobierno de Mendoza intervino la concesión privada del servicio de agua en esa provincia cuyana, la noticia repercutió sin mayores sobresaltos en Formosa, al menos en la prestadora local del servicio, Aguas de Formosa, ya que el panorama es bastante distinto entre ambas jurisdicciones.
A nivel local, a partir del trabajo de la nueva planta de agua potable, solucionó inconvenientes del servicio y generó un mejor ánimo de pago entre usuarios.
"Esto (lo ocurrido en Mendoza) no genera interés a nivel local ya que primero no se trató de una rescisión de contrato, sino una intervención, limitada en el tiempo y en una empresa en que tiene el control operativo el grupo de capitales franceses", sostuvo al respecto el gerente de Aguas de Formosa, Alfredo Gusberti.
"Los operadores del servicio son los franceses, Sielecki (accionista de Aguas de Formosa) es sólo un accionista menor, y que no tiene nada que ver con la operación del servicio en sí; es decir, son accionistas sin control operativo", explicó.
Panorama local positivo
Si bien la concesión inicialmente se fijó por 30 años a la prestataria en Formosa, ahora con el sistema nuevo que está en prueba, es muy posible una revisión integral del contrato; "esto porque el Estado aporta una inversión importante, y otro motivo es por los mayores costos que generará el servicio", indicó.
Los centros de distribución de los barrios 20 de Julio y Eva Perón, están en construcción, mientras que el del barrio El Porvenir ya está trabajando con tanque y cisterna con lo que se prevé que una gran parte del sistema estará terminado para fin de año.
"También está el centro de distribución Guadalupe, pero este es un sistema que se va empalmando de a poco, es progresivo el avance", valoró.
Sin sobresaltos
Con la mirada en el mediano plazo, en cuanto a servicios, Gusberti vaticinó: "Para el verano tendremos un mejor panorama que el año pasado, ya que se trabaja a partir de una serie de mejoras en el servicio, y también ajustes en la red para aprovechar mejor la disponibilidad que hay hoy, aunque esto, el sistema en general, el ponerlo en marcha en su totalidad va a llevar tiempo", consideró.
El sistema, a partir de la entrada en operatividad de parte de la nueva planta de agua potable ubicada en el barrio Eva Perón, solucionó los problemas en una zona urbana muy importante que hoy tiene un servicio continuo.
Esto repercutió en un mejor ánimo de la gente en abonar sus facturas. "Estamos empezando a notar otro comportamiento, en esto siempre también hay que ir acompañando con alguna acción de mencionar el tema, de recordarles la situación. Los usuarios del servicio, al sentir que éste mejora, tienen una mejor predisposición a abonar sus facturas", reconoció por último Gusberti.
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