Los agricultores están atentos a una posible disminución de caudales de riego, con motivo de que hasta ahora ha nevado menos en la alta montaña. De todos modos, la precisión exacta sobre los caudales que se dispondrán para el próximo ciclo agrícola se tendrá en un mes y medio, según explicó el ingeniero Gerardo Pereyra, jefe del Departamento de Hidrología de Irrigación.
Un aviso de que la situación no se presenta demasiado halagüeña hídricamente lo dio la Inspección de Cauce del arroyo Las Mulas, en Potrerillos, y la Asociación de Riego de Alta Montaña.
La primera declaró la alerta roja debido al escaso escurrimiento y a la baja acumulación nívea en las alturas vecinas (3 cm) y a la poca lluvia caída. Por eso se decidió que el horario permitido para riego en esa zona será de una hora (de 16 a 17), jornada por medio.
Esta situación está radicada en la jurisdicción del Cordón del Plata, donde los usuarios dependen de la variación diaria que tienen esos caudales porque no hay allí una presa ni un sistema de regulación para almacenar dotaciones.
En lo que atañe a la cantidad de nieve acumulada en la cordillera, el ingeniero Pereyra advirtió que por ahora es poca. "Los valores de acumulación en el frente cordillerano -señaló el técnico- no son muy buenos para la fecha y se puede adelantar que no tendremos una disponibilidad de agua como en 2008, que fue un año rico".
Para el experto de Irrigación hay que esperar a la terminación del invierno para precisar qué cantidad de agua realmente se dispondrá en el próximo ciclo. Si se mantiene la tendencia de una cantidad de nieve baja, el resultado será caudales más exiguos que el año pasado. Esta circunstancia la determinará el pronóstico de escurrimiento de los ríos, que se emite cada 1 de octubre, ya que todavía falta mensurar las precipitaciones de este mes y el próximo.
El relevamiento del año pasado dio como resultado que los pronósticos de escurrimiento de los caudales de los ríos del norte de Mendoza, eran 20 % mejores con respecto a los registrados en 2007. Fue así que la disponibilidad de agua para regar los sembradíos de los tres oasis sembrados de Mendoza resultó óptima.
Mientras en las áreas específicas de los centros de control se analiza las característica del presente invierno, anteayer una tímida nevada en el área del Corredor Bioceánico hizo alentar esperanzas, pero ayer el buen tiempo y el sol alejaron la posibilidad de alguna acumulación interesante.
Lo cierto es que hasta ahora y a pesar de varios temporales que se han sucedido, la cantidad de nieve caída para esta fecha está por debajo del promedio. "Con respecto al año pasado estamos más abajo, ya que 2008 tuvo un pronóstico y un escurrimiento de año rico, con un valor superior a los 1.600 hm3 anuales (río Mendoza)", explicó Pereyra.
Entonces, cuando termine la estación del frío, Irrigación sabrá si las entregas de caudales serán las mismos, o se deberá diseñar un nuevo plan de erogaciones, que prevean reducciones de hectómetros.
Todo dependerá de si las condiciones de baja se mantienen o se acentúan. Empero, todavía falta transcurrir un período en el que se pueden presentarse nevadas fuertes y tardías. Están dentro de los pronósticos ya publicados por diario Los Andes.
De todos modos, el funcionario sostuvo que los embalses se encuentran erogando los caudales previstos para esta época del año y de acuerdo a la demanda actual.
Bebida y uso sanitario
En lo que concierne a la dotación de agua para bebida y atención sanitaria de la población, el flamante interventor de OSM, Gonzalo Dávila, dio algunas precisiones.
"Ha nevado poco y es de esperar que los caudales de los ríos estén por debajo de la media, pero sin afectar la dotación de líquido para potabilizar, que está garantizada por ley".
Sí admitió que hay problemas de capacidad de conducción y producción, en algunos sectores, que están más radicalizados en los grandes centros urbanos: Capital, Gran Mendoza y San Rafael.
"Se abastece a una población cada vez más grande, con la misma infraestructura, y con muchos años de no inversión e incluso de recorte de gastos operativos que generaron un deterioro de la infraestructura", sostuvo el vicepresidente del EPAS.
Para el interventor, la cantidad normal de agua que ingresa a esas plantas en el verano seguirá manteniéndose, pero observó que las instalaciones "cada vez resultan más chicas para el abastecimiento que deben atender".
Desde un foro ambientalista
En referencia al agua potable, la Defensoría del Agua y los Derechos Humanos, donde milita Eduardo Sosa, tiene una posición.
"El desafío es reordenar las relaciones con los operadores de agua, no solamente con OSM como operador mayoritario, sino con los más de 150 operadores comunitarios. Implica también la reparación y modernización de las redes de agua, sacar del colapso a las plantas de tratamiento de los líquidos cloacales y el apoyo técnico a los operadores para mejorar la provisión del servicio".
Con respecto al agua de riego, este foro prioriza combatir la contaminación.
"Lo urgente -dicen sus integrantes- es mejorar la calidad del agua que se le entrega a los regantes y otros usuarios, ya que la invasión de residuos sólidos urbanos y efluentes industriales es grave y si no se toman medidas, será peor en los próximos años. Otro gran desafío es la protección de las aguas subterráneas."
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