El ex gobernador Arturo Lafalla sigue encima de la polémica en torno a Obras Sanitarias Mendoza. El hombre que condujo la empresa del agua a la privatización en 1998, insistió ayer en que es inconveniente que OSM caiga en manos de “grupos económicos con intereses inmobiliarios”, como dijo en la carta que publicó en diario Los Andes, pero aclaró que no tiene ningún tipo de encono con los accionistas locales de la empresa y que sólo quiere evitar que se beneficien intereses ajenos al conjunto de la ciudadanía.
Aunque tiene una historia de enfrentamientos con el empresario Daniel Vila, con quien llegó a protagonizar un debate televisivo por el tema del agua, Lafalla explicó que la carta abierta que publicó en Los Andes fue una reacción a meras declaraciones periodísticas de los funcionarios que llevan adelante la intervención de OSM, no a datos concretos de cuál puede ser el destino de esa intervención.
“Se dijo que una de las alternativas es que OSM quede en manos de inversionistas locales, por eso hablé”, explicó Lafalla. Es que en ese grupo se encuentra su viejo rival Vila, quien comparte con la firma Presidente, el 3,4 por ciento de las acciones de OSM.
A Vila, en su momento y al parecer también ahora, Lafalla lo acusaba de querer forzar la extensión del servicio hacia la zona del pedemonte, con el fin de mejorar las perspectivas de sus negocios inmobiliarios.
Por eso la carta abierta de Lafalla arrancó con una advertencia: “Comenzando por el final, adelanto una advertencia: si a alguno de los funcionarios actuantes en este proceso de intervención de Obras Sanitarias, sin distinción de niveles, se les ha ocurrido que el mismo puede concluir entregando la mayoría accionaria, por un precio vil o no, a un grupo mendocino con importantes intereses inmobiliarios en zonas no servidas por la empresa, deben saber que hay muchos como yo que estamos dispuestos a hacer tronar el escarmiento”.
Pero más allá del tema Vila, el ex gobernador afirmó a MDZ ayer que está a disposición de la gestión de Jaque para ayudar en la etapa de la intervención o para que se revise lo actuado durante su gobierno respecto del servicio de agua. Aunque sostuvo que, en ese caso, también deben rendir cuentas sus sucesores radicales, Roberto Iglesias y Julio Cobos.
Si bien no formuló opinión contundente sobre si OSM debe ser estatal o privada, el ex gobernador sí remarcó la necesidad de "cumplir con la ley" que generó el marco regulatorio del servicio de agua.
“El EPAS tiene que ser independiente, por ejemplo, y el concesionario cumplir con las condiciones que se le exigen en la ley”, sostuvo Lafalla. En este sentido, comparó a los privados que manejan OSM con concesionarios comunes y corrientes, que no tienen en su poder el patrimonio de la empresa y a quienes se puede desplazar en cualquier momento.
“No puede estar al frente del ente de control un amigo del político de turno”, insistió, sobre el EPAS.
Recalcó, por último, que nunca fue consultado por la gestión de Jaque antes de la intervención de OSM y que no habló ahora para condicionar las decisiones del gobernador. “Soy un ciudadano en ejercicio de mi vocación ciudadana”, afirmó.
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